Alberto e Ismael Parrilla posan con sus medallas de oro de campeones de Europa.

«Estoy más contento por mi hermano que por mí». Ismael Parrilla, el mayor de los dos, rápidamente pone el foco de atención sobre Alberto. «Yo ya tengo 31 años, pero él con 24 aún tiene mucho camino por recorrer», explica. Lo cierto es que los dos se proclamaron campeones de Europa de sus grupos de edad en el Europeo Multideporte que se celebró en Ibiza. Ismael lo hizo en el aquabike, mientras que Alberto venció en el triatlón de media distancia.

Unas medallas de oro que serán un recuerdo para toda la vida, pero que llevan con humildad. «Lo llevo bien, ni frío ni calor. Al final el aquabike... sí era un Campeonato de Europa, pero no creo que haya sido mejor que otras pruebas en las que he corrido. Mi rendimiento no ha sido superior y me siento más orgulloso por otros puestos que no tuvieron tanto eco», señala el mayor de los Parrilla.

El esfuerzo familiar estaba puesto en la prueba de Alberto. Los dos entrenaron juntos para preparar estos campeonatos, pero Ismael hizo de entrenador y consejero para que su hermano pudiese llegar en las mejores condiciones posibles a esta prueba.

La preparación comenzó en mayo tras el Campeonato de España celebrado en Guadalajara en el que las cosas no fueron demasiado bien. «Fue un punto de inflexión. Le dije: ‘si quieres hacer algo en esto, hay que entrenar más fuerte’», asegura Ismael.

Así fue, con una gran fuerza de voluntad hicieron un pequeño tetris para sacar tiempo para entrenar. Madrugones para poder hacer algo antes de irse a clase, aprovechar antes de comer para coger la bicicleta y salir a correr y luego irse a trabajar al hotel de cuatro de la tarde a doce de la noche. «No había descanso. Para mí era levantarme entrenar, clase, entrenar, dormir una hora e irme a trabajar», relata Alberto.

Un sacrificio que se reflejó con lágrimas en la meta por conseguir el objetivo. «La sensación que yo tuve fue una mezcla de alegría y a la vez de alivio. Pensar que por fin había salido la carrera que tanto mi hermano como yo soñábamos. Fue una sensación de alegría y de alivio, por todo lo entrenado durante la temporada», confiesa el hermano pequeño. Y añade: «Para mí lo más difícil ha sido entrenar sin apenas competir por culpa del trabajo. Entrenar sin competir es lo más duro para un deportista».

En esa misma línea, resta importancia a la medalla de oro: «La victoria es lo de menos, sabe a gloria sí, pero la satisfacción es el reto de haber hecho este sacrificio durante tanto tiempo. Lo que me queda para siempre es la piña que hace nuestra familia alrededor de nosotros para que todo esto sea posible».

Por su parte, Ismael vivió su victoria de una manera mucho menos emotiva: «Yo creía que podía ganar y quería hacerlo bien, pero estaba más pendiente de mi hermano que de mí». Algo que quedó reflejado nada más que cruzó la meta de ses Figueretes el sábado. No se bajó de la bicicleta y se fue hacia el puerto para ver el final del triatlón.

Alberto lo resume de la siguiente manera: «Somos dos hermanos, pero teníamos una única dirección y estábamos enfocando todo a que saliera la media distancia y ver hasta dónde podía llegar o con quién me podía comparar». «Para mí, el primer puesto de grupo de edad no me sabe a tanto como ver que he estado en el tiempo de los profesionales. Ver que estoy por delante de Cristóbal Dios que es uno de los mejores en España, nos sirve para ver dónde estamos y qué podemos hacer para seguir creciendo», sentencia.

EL FUTURO

Lo que tienen claro los dos Parrilla es que estos resultados les han abierto «una puerta bastante grande». «Nos hemos dado a conocer y hemos podido hablar con diferentes personas que tienen nivel o poder en este tipo de pruebas. El estar aquí en una isla pues parece que pasamos desapercibidos en el panorama nacional», explican.

Ahora, es turno de descansar y desconectar un poco. La temporada que viene será la hora de la verdad. Alberto tiene pensado no trabajar y centrarse únicamente en los entrenamientos: «Quiero apostar por esto con fuerza y a ver qué pasa. He ahorrado dinero esta temporada y ahora quiero ver hasta dónde puedo llegar».

El objetivo es claro, tirar la puerta abajo con buenos resultados en algunas carreras más prestigiosas de España y Europa para que la gente del mundillo se fije en él y le puedan surgir patrocinadores. Ismael, apuesta por si hermano y asegura que simplemente quitando las ocho horas de trabajo y pudiendo entrenar en plenitud, los resultados llegarán.

Otro de los temas que trataron los dos hermanos es la posible candidatura de Ibiza para acoger el Mundial Multideporte.

«Faltan muchos años y si se organiza bien se puede hacer algo muy bueno», asegura Alberto Parrilla. El pequeño de los hermanos alaba el circuito a pie que se recorrió en este pasado Europeo, pero tiene claro que el de bicicleta tiene que mejorar.

Una idea que comparte por completo Ismael: «El Camí Vell de Sant Mateu ya lo dice su nombre, está viejo». El mayor pone sobre la mesa la posibilidad de hacer un recorrido por Santa Eulària con una subida a la Cala de Sant Vicent. «Implicaría muchos más problemas de cortes de tráfico y más trabajo para las autoridades, pero sería un circuito espectacular», concluye.