Marquitos celebra un gol anotado con el Miedz Legnica.

Marcos García Barreno (Sant Antoni, 21-03-1987), más conocido como Marquitos en el mundo del fútbol, es uno de los mejores jugadores que han salido de Ibiza. El extremo pitiuso que actualmente milita en el Miedzź Legnica de la Ekstraklasa (primera división polaca) tiene experiencia en Primera y Segunda División donde llegó a vestir las camisetas del Villarreal, Recreativo, Real Sociedad, Valladolid, Xerez, Ponferradina y Sabadell.

—¿Cómo le trata el fútbol por Polonia?
—Bien. La verdad es que estoy bastante contento. Va a ser mi tercer año y ya estoy adaptado a la liga de aquí, que es un poco diferente a la de España. Ya me he acoplado a lo que es la vida y el fútbol polaco y de momento no me puedo quejar.

—¿Cambia mucho el fútbol polaco al español?
—Sí, la verdad que sí. Aquí el fútbol es mucho más físico. Es diferente. Los jugadores de España tienen más calidad y más visión de juego y en Polonia es mucho más defensa y salir al contragolpe. Es una país que está creciendo bastante tanto a nivel de vida social como a nivel futbolístico.

—Llama un poco la atención que un jugador que hizo toda su carrera en España coja las maletas y se marche al fútbol polaco.
—Sí, pero era un reto completamente diferente. A veces el futbolista quiere buscar otras metas, otras ligas, jugar en un fútbol diferente. Venía de casi 10 años jugando en España y decidí probar suerte en el extranjero. Me fui y hasta ahora.

—Jugó en Primera División, ¿qué recuerdos guarda de aquella época?
—Pues la verdad que algunos muy bonitos. Es algo que al final siempre quedará ahí. Yo he podido disfrutar de una de las ilusiones que tenemos cuando somos niños, que es poder jugar en Primera División, en grandes estadios y con grandes jugadores. Son recuerdos que no se olvidan y se quedan ahí para toda la vida. Lo viví muy joven y me vino todo muy rápido. Tuve la suerte de haber debutado en un gran equipo como el Villarreal con Riquelme, Forlán, Pirès, Cazorla... La verdad que fue muy bonito.

—Además, no todo el mundo puede decir que le ha marcado un gol al Real Madrid y al Barcelona.
—Sí, además, eso. Tuve la suerte en el primer año que debuté en Primera División de marcarles. Bueno, la suerte de haber podido jugar contra ellos. Jugar contra los grandes en estadios como el Camp Nou o el Santiago Bernabéu... Eso no se olvida.

—Me decía antes que le había llegado muy joven. ¿Cambiaría algo si pudiese volver atrás?
—No. Yo empecé muy joven, me vino con 19 años y pude disfrutar de lo más alto en muy poco tiempo. La verdad que no cambiaría nada. De todos los años que viví como futbolista se cogen cosas y experiencias.

—No sé si desde la lejanía sigue algo el fútbol ibicenco.
—Sí, la verdad que sí. Lo sigo porque al final los que somos nacidos en las islas llevamos el fútbol pitiuso dentro. Siempre nos alegramos cuando a cualquier equipo de la isla le va bien.

—¿Qué le parece el proyecto de la UD Ibiza? ¿Qué ve desde Polonia?
—Me gusta. En la isla la gente siempre ha querido que se tuvieran esas ganas, ese proyecto de tener un equipo pitiuso en el fútbol profesional. Por lo que veo, he visto más de un partido, por los jugadores que firman, el proyecto y toda la inversión futbolística y económica que están haciendo en el equipo, creo que es positivo para la isla. Ojalá que podamos ver un equipo ibicenco en Segunda y más equipos pitiusos en Segunda B. Eso sería bonito, la Peña Deportiva está líder en Tercera, el Formentera, segundo, el CD Ibiza peleando por meterse en play off. A ver qué pasa.

—Amadeo Salvo siempre habla de que la isla tiene potencial para el fútbol profesional. ¿Piensa lo mismo?
—Sí, yo creo que también. Al final, es poner un proyecto bonito de ambición y de esfuerzo. Con eso, las cosas se pueden conseguir.

—Si surgiera la posibilidad, ¿se plantearía volver a la isla?
—Sí, ¿por qué no? Siempre lo he dicho. Me gustaría volver a donde nací futbolísticamente. Empecé a jugar en la isla y me gustaría volver algún año y poder jugar allí. El tiempo dirá y veremos qué sucede. Ojalá pudiese pasar.

—Así que si Amadeo Salvo le llama, se sentaría a hablar con él.
—¿Por qué no? Claro que sí. Eso nunca se sabe, pero sí es verdad que es un proyecto ilusionante. Los que hemos nacido allí y llevamos el fútbol pitiuso sabemos lo que cuesta salir de la isla. Sería bonito que el equipo ascendiera para que los jugadores que siguen saliendo en Ibiza pudiesen ver fútbol de ese nivel e incluso poder jugar sin tener que irse. Sería bonito que no tuviesen que ir a buscarse el futuro fuera. Sabemos que en Ibiza salen jugadores buenos que se pueden aprovechar.