El centrocampista Cristeto controla el balón mientras sufre la presión de Zurdo. | Marcelo Sastre

PEÑA DEPORTIVA: 2

SAN RAFAEL: 1

Se dice que hay jugadores por los que vale pagar una entrada y Pipo es uno de esos futbolistas diferentes. La Peña puede disfrutar de un chico de una categoría superior que, aunque ya se espera mucho de él, sigue sorprendiendo. Ayer, el murciano desniveló un derbi tremendamente igualado con dos trucos que se sacó de la chistera. El primero, para marcar un gol; el segundo, para sentar a todos los defensas y provocar un penalti. Sus destellos dieron los tres puntos a los de Santa Eulària, que sufrieron, y mucho, contra el San Rafael en un duelo que finalizó con 2-1 en el marcador.

Más allá de las genialidades de Pipo, el derbi tuvo todos los ingredientes que se espera en este tipo de partidos: igualdad, competitividad, muchas faltas, agresividad, disputas y polémica. Todo servido durante 90 minutos para emoción del público que se congregó en Santa Eulària.

El San Rafael salió muy enchufado. Le gustan este tipo de partidos y se crece contra los rivales de la zona alta. Vicente Román alineó en el once titular a su última adquisición, Javi González, y los suyos arrancaron el choque sin complejos, con un gran entramado defensivo que desactivó por completo el juego de toque de la Peña.

Los minutos fueron pasando y los peñistas, poco a poco, se fueron contagiando de un juego de disputa en el que el balón estaba más tiempo por el aire que por el suelo. Costaba ver tres pases seguidos y el San Rafi cada vez estaba más cómodo sobre el terreno de juego. Los primeros 45 minutos pasaron sin ocasiones. Sólo Dieguito, en el minuto siete, dio un pequeño susto al encontrarse el balón en una falta lateral, pero su disparo se fue muy desviado. Los porteros se marcharon a los vestuarios sin estrenar los guantes.

En la segunda parte, los locales dieron un pasito hacia delante y pusieron una marcha más al partido. Empezaron a mover el balón con más velocidad y, fruto de ello, en el 49, llegó la primera ocasión local de todo el partido. Fue una jugada por la banda derecha con un centro peligroso que no encontró rematador. Primer aviso. Un minuto después, en otra buena jugada por la derecha, el centro encontró a Pipo. Éste paró el balón y lo puso donde Leo sólo podía mirar.

Tras el gol llegaron los mejores momentos de los de la Peña Deportiva. Encontraron mejores combinaciones y parecía que podían matar el partido en cualquier momento. No fue así. El San Rafael, poco a poco, se fue rehaciendo del golpe y volvió a un partido que se fue ensuciando.

Con apenas un minuto de diferencia, Pacheta se jugó la expulsión al soltar el brazo y golpear a De Val. Acto seguido, Miguel reclamó penalti por un agarrón. El árbitro no dejó contentos ni a unos ni a otros.

Con un duelo cada vez más caliente y con los jugadores muriendo por cada balón, en el 81, llegó una falta lateral a favor del equipo blue. Zurdo puso la bola al corazón del área y Mena conectó un certero cabezazo para poner las tablas.

Con el 1-1 llegaron las prisas para los locales, que veían cómo se les escapaban dos puntos. Las imprecisiones se sucedieron y, cuando todo parecía abocado al empate, apareció Pipo.
En el minuto 90, el genio peñista se fue al centro para pedir el balón. Recibió. Paró el tiempo. Retó a los defensas. Se lanzó contra ellos. Cambió el balón de pie. Se fue de todos y se plantó contra Leo. Disparó con Rubén colgado del brazo. El portero respondió. El árbitro no dudó y señaló penalti. Cristeto tomó las responsabilidad y desde los once metros mandó el balón cerquita de la escuadra.

Así pues, el líder, que está sufriendo en este inicio de segunda vuelta, sumó los tres puntos. El San Rafael se fue de vacío en un partido en el que mereció algo más por su gran trabajo defensivo