Jordi Sánchez, que llega en calidad de cedido a la UD Ibiza por parte del Numancia, exhibió una sonrisa de oreja a oreja por su regreso a casa durante su presentación como jugador celeste en la tarde de este viernes. Y es que, aunque nació en Barcelona, se crió en la isla, como él mismo se encargó de recordar: «Mi madre es ibicenca. Yo al mes de nacer ya tenía billetes para venir a Ibiza. Todas las fiestas las he pasado aquí. He sido monitor de campus en Can Misses. Es muy especial para mí estar aquí».

En este sentido, no olvida que «de pequeño saltaba la valla y le pegaba un par de chutes a mi padre en las porterías que había por aquí». «Era impensable que pudiera jugar aquí en este club y luchar por lo que podemos luchar, que es muy bonito y ambicioso, continuó.

El delantero dejó claro que viene a darlo todo: «No sólo vengo aquí a visitar a mi familia, sino a demostrar que puedo aportar cosas a este club y ciudad. El proyecto es muy interesante y ambicioso. Yo he apostado mucho por este club, pero el club también por mí. Es algo recíproco».

Sobre las opciones de jugar la fase de ascenso e incluso de dar el salto de categoría, dijo: «La ambición es ésa, pero no es fácil. En ningún partido te regalan nada. El objetivo es ganar al Badajoz y olvidarnos del resto. Si nos centramos en tomar cada partido como una final, las cosas irán bien. Si pensamos que por tener un equipazo y jugadores contrastados ya vamos a subir, estamos equivocados. Hay que luchar por los puntos cada fin de semana».