Manu Torres se va del defensa en la acción que acabaría convirtiéndose en el penalti. | Marcelo Sastre

El CD Ibiza consiguió los tres puntos sin excesivos problemas ante un Llosetense inoperante. Los de Can Misses ofrecieron una de las imágenes más pobres de este 2019. La diferencia de nivel entre los dos equipos era tan grande que al trantrán y, por momentos, con un fútbol desesperante fue suficiente para conseguir la victoria.

Una vez que el balón empezó a rodar, no tuvo que pasar demasiado tiempo para que el público viese que iba a ser un monólogo rojo. La primera gran ocasión llegó en el minuto ocho. Álvaro le robó la cartera a un defensa, pero se vio que el área no es su hábitat natural y no supo definir en el mano a mano. Poco después Ortiz, a la media vuelta, y Ramos, que no llegó a un balón por centímetros, tuvieron la oportunidad de adelantar a los suyos.

No llegó el gol y el partido entró en una fase de sopor. El balón circulaba con lentitud, siempre en las botas de un jugador ibicenco. La sensación era que el gol era cuestión de tiempo, pero poco pasaba. Así se llegó al descanso.

En el arranque del segundo acto, Bernat pudo adelantar al Llosetense, pero su disparo desde dentro del área se fue muy elevado. La réplica la puso Terán en una jugada individual con idéntico resultado.

Sin acelerar demasiado, el CD Ibiza empezó a gozar de ocasiones. Primero, Ramos falló a portería vacía tras regatear al portero. Cinco minutos después, en el 58, el delantero envió al palo un remata de cabeza a la salida de un córner. En el 62, un defensa despejó bajo palos un remate de Enric en otro córner. Y tanto fue el cántaro a la fuente que en el 67, Adrián Ramos abrió la lata. Melo entró en el área por la derecha, recortó y puso el balón al segundo palo. El portero la dejó muerta y el atacante, con suspense, puso el primero.

Con el 1-0 poco cambió. Los ibicencos siguieron llevando el peso del partido ante un equipo mallorquín que nunca ofreció capacidad de reacción. En el 80, Manu Torres se fue por la izquierda, recortó y fue derribado dentro del área. Penalti sin ningún tipo de discusión. Terán no falló desde los once metros. Engaño el portero y marcó con tranquilidad.
Poco más pasó en los minutos que restaban. Lo mejor del partido fueron los tres puntos. La victoria permite a los rojillos mantenerse a la estela de los puestos de play off y mantenerse en la lucha por un sueño que cada vez parece más factible.