Olea intenta lanzar a potería ante la oposición de los defensores del Villarreal.

El HC Eivissa consiguió ayer un importante triunfo para seguir ganando confianza. El conjunto naranja parece que ha superado el bache y empieza a remontar el vuelo. Las opciones son complicadas, pero la victoria ante el Villarreal (30-24), tercera consecutiva, permite soñar a los ibicencos.

La primera parte no fue ni mucho menos sencilla para los pitiusos. El Villarreal salió bien y complicó las cosas a los chicos de Eugenio Tilves. Intercambio de golpes y mucha igualdad, pero con los castellonenses mandando en el marcador. 5-5 al minuto 10 y 9-10 en el 20. Todo estaba en un pañuelo.

Fue así hasta los últimos cinco minutos de la primera parte. El HC Eivissa supo aprovechar dos exclusiones de los jugadores visitantes para romper el partido con un parcial de 6-1 en la recta final de los primeros 30 minutos.

Tras el paso por vestuarios, los ibicencos salieron con fuerza y consiguieron aumentar la distancia y prácticamente sentenciar el encuentro pasados los primeros cinco minutos (21-13).

Con el viento a favor y con muchos minutos por delante, los naranjas bajaron un poco el pie del acelerador, pero la victoria nunca corrió peligro. El Villarreal no se volvió a acercar a menos de seis goles, diferencia con la que se cerró el partido (30-24).

En ese paisaje, Tilves pudo repartir minutos y el público se marchó a casa satisfecho. El jugador más entonado en ataque de los locales fue Javi Aragón, que dejó siete goles en su tarjeta.

La siguiente jornada es prácticamente una final para los pitiusos. Visitan al Algemesí, segundo clasificado, que puede empatar hoy a puntos con el líder. Es un partido clave porque pueden reducir la ventaja con el equipo que marca la fase de ascenso o alejarse definitivamente.