Los jugadores de la UD Ibiza celebran uno de los goles contra el Jumilla | Marcelo Sastre

Pablo Alfaro ya sabe lo que es ganar fuera de casa con la UD Ibiza. Al técnico le ha costado mucho conseguir la primera victoria lejos de Can Misses. El 0-1 en el campo del colista rompe una racha de más de tres meses sin conseguir celebrar un triunfo en la península, un problema que ha sido una losa demasiado pesada para un equipo que se había puesto como objetivo tocar el cielo.

Es curioso, o quizás no tanto, que el equipo, sin tener en cuenta a los diferentes entrenadores, ha llevado dos líneas bastante similares tanto en la primera como en la segunda vuelta. En ambos tramos, la Udé ha ido de menos a más, coincidiendo también con la llegada de un gran grupo de futbolistas. Se suele decir que en el fútbol está todo inventado y que los jugadores necesitan un periodo de adaptación es algo más que evidente. Es una lástima que el equipo le haya vuelto a coger el pulso a la categoría cuando ya no hay tiempo. La racha sube ya a ocho partidos sin conocer la derrota.

El objetivo del play off se escapó, pero sigue viva la Copa del Rey. Una competición que con su nuevo formato clasifica a los siete primeros de cada grupo. La Udé es precisamente el séptimo clasificado actualmente. Con tres puntos de ventaja sobre el Marbella y dos partidos por jugarse, parece que los ibicencos estarán la próxima temporada en el bombo.

Una Copa del Rey de la que se hablará bastante en las Pitiusas. La falta de campos de césped natural impediría que llegasen a las islas los equipos profesionales. Alfaro ya se pronunció y con dureza sobre la ausencia de superficies de césped natural.

Volviendo al tema clasificatorio, algunos achacan a la falta de gol que la UD Ibiza no esté entre los cuatro primeros. Éstos echan en falta un ‘nueve’, pero lo cierto es que tanto Cirio como Rodado aparecen entre los principales goleadores de la categoría. El primero suma 10 tantos y sólo hay cinco jugadores que hayan visto puerta en más ocasiones. Por su parte, Rodado alcanza los nueve.

Es cierto que existe un problema de acierto en esta plantilla y quizás sí haya faltado la ayuda un tercer delantero desde el banquillo. 38 tantos en 36 partidos son pocos si quieres pelear el ascenso. Pero, sobre todo, a este Ibiza le han faltado los goles de la segunda línea. Javi Serra es el tercer máximo anotador del equipo con cuatro tantos.

Regresando al juego del equipo, la aparición de estos brotes verdes en las últimas semanas tienen que ser un camino para la esperanza. El técnico parece que va encontrando el estilo que quería. Los futbolistas cada vez están más enchufados y el bloque funciona mejor. La gran duda está en cuántos jugadores regresarán el próximo curso a Can Misses. Los cimientos ya están, la base está lista. Los de Vila necesitarán fichajes, pero no un equipo nuevo.