Fernando Soriano, director deportivo de la UD Ibiza, atiende a los medios de comunicación. | DANIEL ESPINOSA

La UD Ibiza no quiere imaginarse un partido contra un equipo de Primera o Segunda División en Copa del Rey que se tenga que celebrar fue de la isla por la inexistencia de un campo de césped natural. Fernando Soriano, director deportivo del club, afirmó ayer que están en conversaciones con las instituciones para tratar de ir de la mano y buscar soluciones.

No hay que olvidar que el nuevo formato de Copa impide jugar a los clubes de LaLiga en césped artificial y en las Pitiusas no hay ningún campo de césped natural. El ex del Almería recordó que «el artificial no es lo más conveniente». «Cuanto más arriba juegas, es un handicap. Te perjudica y más si vemos que estamos peleando por un objetivo como el de entrar en la Copa del Rey. Es una pena que, si nos toca un equipo de Primera, no podamos disfrutarlo en nuestra ciudad y por eso queremos afrontar esta situación», dijo.
Soriano apuntó que están en tratos con las instituciones «para trabajar de forma conjunta y dar solución a esta situación que, en un futuro no muy lejano, si el club sigue creciendo y entra en el fútbol profesional, será un tema que habrá que afrontar de manera apresurada». «Más que ha blando, se intenta trabajar de forma conjunta como hasta ahora», añadió.

El director deportivo unionista comentó que el césped artificial que actualmente tiene el estadio de Can Misses «es de última generación, pero no es suficiente». «No está permitido en la competición y, si el club logra dar un salto de categoría, es un problema importante», continuó.

Sobre las opciones que se manejan en caso de seguir sin césped artificial, afirmó: «No sabemos. Aquí no se podría competir y habría que buscar soluciones. Nadie está pensando en quitar a nadie. Al final, tenemos un campo para varios clubes. En Ibiza hay más de 2.000 fichas federativas y sólo hay tres campos. Habría que aumentar un poco las instalaciones».

Soriano considera que «las instituciones deben darse cuenta del paso de la UD Ibiza y, a partir de ahí, trabajar conjuntamente para intentar llegar a un fin común que es de interés general. Al final, que haya fútbol profesional en la isla sería bueno para el club, la ciudad y la gente. Sería bonito. El año que viene, si al final logramos esa séptima plaza, tenemos el riesgo de que nos toque un equipo importante y sería una pena que no pudiéramos jugar en nuestra ciudad. Qué duda cabe que es una labor de instituciones, que deben ir valorando las situaciones e intentar conjuntamente darles solución».