Sergio Sevilla da instrucciones a sus jugadoras durante un tiempo muerto en un partido de la pasada temporada en el pabellón de Santa Eulària.

El futuro del Puchi es una incógnita, pero, según ha trascendido a Periódico de Ibiza y Formentera, Germán Fernández no seguirá como coordinador en el club. Es más, la intención de la entidad azul es que Sergio Sevilla se haga con este cargo y proceder a un cambio de entrenador en el primer equipo, que milita en División de Plata femenina.

Han pasado más de dos meses desde que acabó la temporada en el grupo C de la segunda división femenina del país y el proyecto de las santaeularienses aún está por descubrirse. Poco se sabe sobre cómo será o, incluso, si lo habrá en la categoría de Plata. De hecho, la configuración de la plantilla está completamente en stand by.

El cambio de entrenador, si el equipo sale en Plata, es prácticamente seguro. Sergio Sevilla, licenciado en Magisterio de Educación Física por la Universidad Complutense de Madrid, fue anunciado hace un año como nuevo entrenador del conjunto ibicenco. Llegó procedente del conjunto madrileño de La Salle Maravillas. También se fichó entonces a Javi Centeno, procedente del Alcobendas de División de Honor Plata masculina, como director deportivo. Sin embargo, éste, finalmente, acabó dejando su cargo y el club apostó por Germán Fernández, que había coincidido en el Maravillas con Sergio Sevilla, para pasar a ser el coordinador del club.

La liga
Tras un arranque irregular, con una derrota y un empate en las dos primeras jornadas, el Puchi fue cogiendo velocidad de crucero y se encaramó a los puestos altos de la tabla hasta el punto de cerrar 2018 en segunda posición con 23 puntos, a tres del líder y con tres de ventaja sobre el tercer clasificado.

Sin embargo, el inicio de 2019 le impidió pronto aspirar a cotas altas, pues perdió cinco de los siete primeros enfrentamientos del año. Eso le hizo descender a la cuarta plaza y ver la zona de play off, reservada para los dos primeros, a cinco puntos de distancia. Además, se despidió virtualmente del título al encontrarse entonces a diez puntos del primer clasificado, el Hanbol Sant Quirze.