Con el de ayer, ya son cuatro los filiales que ha tumbado el conjunto peñista en este arranque liguero, algo tan inesperado como meritorio. Y es que nadie podía imaginarse que, a estas alturas, los de Santa Eulària iban a estar en la cima de la clasificación, pero lo están y por méritos propios.
El partido se resolvió con un lanzamiento desde los once metros en el minuto 78 después de que Pipo forzara una pena máxima. Bernal asumió la responsabilidad desde los once metros y metió el balón por la escuadra, a la derecha de un Marcos que se había lanzado al lado opuesto.
Con todo, hubo ocasiones durante el encuentro para que el marcador se hubiera movido antes, pero no fue así. En el primer tiempo, los madrileños disfrutaron de hasta cuatro buenas oportunidades de gol por dos de los peñistas, pero nadie fue capaz de ver puerta.
En la segunda, los visitantes fueron mejores desde el ecuador. Pipo dio un serio aviso y Pepe Bernal fue objeto acto seguido de un posible penalti no sancionado por la juez del choque. Sí pitó pena máxima en una acción posterior de Pipo y Bernal no perdonó desde los once metros. A partir de ahí, a la Peña le tocó defender y se aseguró así tres nuevos puntos.
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