Tarik dribla a un rival durante el partido de ayer, celebrado en el pabellón de Santa Eulària.

El 9 de noviembre quedará marcado en la temporada 2019-20 como el día de la resurrección del Ecomobility San Pablo. El conjunto de Can Escandell ha necesitado siete jornadas para estrenar su casillero de victorias y lo hizo en el derbi contra el Harinus Ibiza, que dejó escapar la oportunidad de escalar a la cuarta posición, la última que da acceso al playoff por el título.

Los men in black, que tuvieron que jugar como locales en Santa Eulària por el cierre momentáneo de es Viver, se adelantaron en el marcador por mediación de Sebas. Ramón recuperó la pelota y se la pasó al pívot, que la picó por encima del portero.

Sin embargo, los visitantes remontaron antes del descanso. Blanco, en un remate a placer en el segundo palo, y Guardiola, tras un error de Yuyu –dio un pase atrás y ahí se encontraba justamente su rival–, en un mano a mano con el portero, subieron el 1-2 con el que se llegó al descanso.

Tras el asueto, el conjunto de Pepo remontó en dos acciones de falta directa. Yuyu, primero, y Tarik, después, enviaron el balón a al red para poner de nuevo a los suyos por delante.

El San Pablo no se rindió. Lucho firmó el 3-3 con un disparo que Urrea no logró repeler con el pie. El Harinus perdonó el cuarto y los de Can Escandell completaron la remontada en un polémico doble penalti a falta de poco más de medio minuto para el final. Una supuesta falta de Careca –el jugador se dejó caer tras salir el balón– le costó, además, la roja directa al gallego. El árbitro consideró que le había hablado de malas formas cuando la conversación, en realidad, la mantenía con Dani González. El San Pablo marcó la falta y el partido murió ahí.