El rojillo Ismael pelea por el balón con el ‘rafeler’ Karim. | Toni P.

El CD Ibiza y el San Rafael firmaron ayer tablas en un derbi que no dejó contento a nadie. Los de José Pérez se alejan de la cima de la tabla, mientras que el conjunto blue sigue sin romper esa maldición que le impide ganar a domicilio.

En la primera parte, el San Rafi se mostró superior a su rival. Gozó de las mejores ocasiones y encontró su recompensa en forma de gol, el único que se vio en estos primeros 45 minutos. Fue en el ecuador, cuando Ortiz se sacó una vaselina desde fuera del área que sorprendió a Contreras. Anteriormente, el árbitro había anulado un gol a Mourelo por un dudoso fuera de juego
–no lo parecía– y Karim había rematado flojo un centro de Simeone con todo a favor.

Por parte de los rojillos, Sergi Moreno dio el primer aviso cuando no se había cumplido el primer minuto de juego. Además, Solano probó fortuna con un zapatazo desde el vértice del área que se marchó ligeramente desviado.

Tras el tanto, las oportunidades de gol disminuyeron considerablemente. Los de José Pérez apenas se dejaron ver un par de veces por el área contraria. En ambas ocasiones, Sergi fue el protagonista. Primero, no llegó a un centro desde la izquierda y, después, remató mal un servicio desde el mismo costado.

El Cedé cambió con la entrada de Terán en la segunda mitad. Tras unos primeros minutos en los que los rafelers volvieron a acercarse con peligro, el decorado cambió por completo a raíz del golazo de Sergi Moreno. El delantero remató de chilena un centro de Moha para nivelar la contienda.

El equipo visitante desapareció del campo y se convirtió por unos instantes en un títere en manos de un CD Ibiza que se lanzó en busca de la victoria. En el 71, Dailos tuvo el tanto en sus botas tras recibir un buen pase de Terán en profundidad, pero disparó al muñeco. Un minuto después, Terán sacó su magia a relucir con un obús lejano que se estrelló en el travesaño.

Tras estos instantes de dominio de los de Vila, el San Rafael se recompuso y aguantó bien sobre el terreno de juego. Sólo hubo una ocasión más y llegó en el tiempo de descuento, cuando un remate local en el segundo palo se marchó lamiendo el palo. Ahí murió un partido que acabó en tablas, resultado que no contentó a nadie.