El delantero Ángel Rodado, de la UD Ibiza, conduce el balón ante la oposición de varios jugadores del Getafe B.

UD IBIZA: 1

GETAFE B: 0

La UD Ibiza volvió a ganar en Can Misses. El equipo celeste se impuso ayer al Getafe B por la mínima (1-0) gracias a un solitario gol de Rodado en la primera parte. De esta forma, el conjunto ibicenco puso fin a una racha de dos derrotas consecutivas como local y enlaza su segunda victoria seguida tras haber vencido al Real Madrid Castilla (1-2) en la jornada anterior.

La primera parte tuvo un dominador claro: el cuadro unionista. La escuadra pitiusa, con Toni Arranz de pivote en lugar de Núñez y Pep Caballé de nuevo como extremo, llevó el peso del partido en todo momento ante un conjunto getafense muy conservador, plantado en el centro del campo y sin intención ni siquiera de presionar. Eso sí, al menos no plantó una defensa de cinco y jugó con un 4-4-2.

El problema es que la posesión no estaba reñida con las ocasiones. Las llegadas se pudieron contar con los dedos de una mano. Y peligro, lo que se dice peligro, hubo bien poco. Javi Pérez, con un cabezazo forzado, fue el primero en intentarlo a los cinco minutos de juego. Poco antes del primer cuarto de hora, Javi Lara hizo gala de su gran disparo exterior y forzó un córner.

El encuentro entró entonces en una fase anodina, donde los jugadores no eran capaces de encontrar el camino hacia la portería. Hasta el filo de la media hora no se produjo una nueva ocasión y tuvo que ser a balón parado. Rubén remató de tacón el servicio de Javi Lara y la pelota se marchó por la línea de fondo. Algo más clara fue la oportunidad de Rodado en el 32, cuando cabeceó fuera un centro de Fran Grima.

Clave
En la recta final se desniveló la balanza. Poco después de que Pep Caballé lanzara un trallazo alto, Soler se lio con la pelota y cayó al suelo. Rodado, que le presionaba, se plantó así solo contra el portero, al que superó en el mano a mano con un disparo raso en el minuto 41. Con todo, la alegría estuvo a punto de durar poquito, pues el Geta, que no había hecho absolutamente nada, perdonó el 1-1 en un cabezazo de José Carlos a centro de Iglesias en el minuto posterior.

La segunda mitad tuvo poco que ver con la primera. Las ocasiones brillaron aun más por su ausencia y el cuadro madrileño, a pesar de haberse mostrado más incisivo en los primeros minutos y haber presionado a su rival, nunca generó peligro sobre la portería de un Germán que pasó prácticamente desapercibido. De hecho, el meta solamente tuvo que intervenir en una falta y no pasó apuros para blocar la bola.

La UD Ibiza rozó el segundo en un zatapazo lejano de Toni Arranz, que obligó a Marcos a realizar una acrobática palomita para enviar el esférico a saque de esquina. Ya en el tiempo de descuento, Kike López pudo poner tierra de por medio cuando, libre de marca, encaraba al portero, pero Lobato le trastabilló por detrás para impedir su progresión. El jugador visitante vio la roja directa por ello y la falta la ejecutó Morillas sin consecuencias.

El marcador ya no sufrió más cambios. De esta forma, los de Alfaro recuperan sensaciones y dan caza al segundo clasificado, el Atlético de Madrid B, si bien los rojiblancos tienen un partido menos en su haber. Can Misses vuelve por sus fueros y el Ibiza, también. La sonrisa está de vuelta.