Miguel Ángel Olea se dispone a ejecutar un disparo a la portería del Mislata. | Arguiñe Escandón

El HC Playasol Eivissa durmió anoche en lo más alto de la clasificación tras superar por un contundente 33-14 al Mislata. Que se mantenga en la primera plaza dependerá de lo que haga hoy el Sporting Alicante, que está a un punto de los naranjas, en el feudo del Sant Joan.

El equipo de Eugenio Tilves fue infinitamente superior a su rival, que se topó con un auténtico ciclón en la primera parte. El 17-3 con el que se llegó al descanso habla por sí solo de lo que se vio en la pista.

La diferencia entre ambos conjuntos fue abrumadora. Entre la sólida defensa de los ibicencos y las paradas de Gamallo, los visitantes no encontraron la forma de hacer daño.
Curiosamente, el encuentro comenzó con un gol de Diego Roque a los 44 segundos. Quedó en una mera anécdota. Un parcial 10-0, con Abel Navarro como protagonista en ataque al anotar cuatro de esos tantos, dejó el encuentro visto para sentencia en poco más de 20 minutos, mucho antes incluso de lo esperado.

Sergio Murcia, en el 22, rompió la sequía goleadora de los suyos, que solamente fueron capaces de transformar una diana más antes del asueto al tiempo que seguían lloviendo goles sobre su portería. Al final, el 17-3 con el que concluyó el primer periodo dejó patente la enorme diferencia entre una y otra escuadra.

El entrenador del HC Playasol Eivissa pudo repartir minutos entre todos y dar más protagonismo a los menos habituales en un partido que fue un auténtico paseo. La segunda mitad, con todo resuelto, estuvo más igualada, pero se saldó finalmente con un parcial 16-11 para los pitiusos.