VíDEO. La plantilla, con el técnico Pablo Alfaro a la cabeza, realizó un recorrido por seis habitaciones del centro.

El fútbol –y el deporte en general– va más allá del juego en muchas ocasiones. De hecho, su influencia en la sociedad es tal que es capaz de promover sentimientos de alegría o ilusión entre aquellos que no pasan precisamente su mejor momento. La UD Ibiza lo sabe y, por eso, no dudó en llevar a cabo ayer una visita a la unidad de Pediatría del hospital de Can Misses, donde sacó una sonrisa a algunos niños o, en su defecto, los padres de varios bebés.

Cerca de las 13.15 horas, el plantel celeste, con el técnico Pablo Alfaro a la cabeza, se personó en la entrada del centro hospitalario, desde donde fue conducido hacia la zona de Pediatría. Una vez allí, visitó seis habitaciones concretas.

India, de cuatro años, fue la primera en recibir la atención de los futbolistas. La joven, algo cortada ante el baño de masas, recibió algunos de los obsequios (juguetes y detalles con el distintivo del club) que los jugadores llevaban consigo. Curiosamente, había orígenes gaditanos en la sala, por lo que Kike López no dudó en recordar a los progenitores de la niña su pasado cadista. «Yo jugué ahí hace años. Buen campo y buena afición», apuntó el lateral derecho.

Luis Antonio, de dos años de edad, y su madre Nicole fueron el siguiente destino del viaje unionista. Tras abrir el niño un juguete con la ayuda de varios jugadores de la UD Ibiza, un pequeño bloc de notas que también le regalaron dio juego entre los jugadores. «Para que dibujes», indicó Ángel Rodado, a lo que Rubén González añadió: «Para que hagas la carta de los Reyes Magos. La tienes que llenar».

Izan, de 13 años; Ariadna, de 18 meses; y Milan y Andy, de un mes, también recibieron la visita de los celestes. La madre de uno de estos recién nacidos, ante el interés mostrado, relató que su bebé está siguiendo un proceso de alimentación láctea para coger peso. Pablo Alfaro bromeó con ella al señalar: «Nosotros estamos al revés. Tenemos que tener menos peso». Y así, entre bromas y risas, los más pequeños y sus familiares disfrutaron de una visita muy especial, de esas que levantan el ánimo y despiertan ilusión.