Una imagen de la reunión de ayer en la sala de juntas del Campo Municipal de Sant Francesc. | SD Formentera

La junta gestora de la Sociedad Deportiva Formentera se puso ayer el mono de trabajo. Tras la dimisión aceptada de Xicu Ferrer, anterior presidente, y su cuerpo de directivos, los nuevos encargados de velar por los intereses del club se citaron ayer en su primera reunión para dividir funciones y comenzar a planificar la recuperación económica del club.

Ferrer decidió presentar su dimisión por el agujero económico que tienen ahora mismo las arcas del club. Tras su adiós, confirmado anteayer en una asamblea extraordinaria, Maria Bixquiert ha pasado a la presidencia de una junta gestora que también integran Miquel Roig, Toni Ferrer, M. Rosa Ortiz, Francisco Peralta, Israel García, Emili Campillo, Jaume Ferrer, Felip Portas, Vicent Mayans, Sebastià Ferragut, Toni Paia Roig y Juanjo Marí.

Según el comunicado emitido el domingo por el club, el objetivo de esta junta es «actualizar las cuentas de la entidad, garantizar el funcionamiento del club y servir de puente hasta la convocatoria de elecciones». En este sentido, Toni Paia Roig, en calidad de portavoz, recordó que «no hay que olvidar que, además del primer equipo, tenemos 12 equipos en categorías inferiores que necesitan una gestión diaria y con un total de 186 jugadores. Sólo por eso ya vale hacer este esfuerzo que, como objetivo principal, tiene hacer de puente hasta las elecciones».

Paia pidió tiempo para estudiar el estado de las cuentas: «Nos pondremos a trabajar enseguida para garantizar la gestión del club, así como los ingresos previstos, y hacer frente al gasto que supone un club deportivo. Tenemos que ir paso a paso. La buena noticia es que ha salido una junta gestora que creo y estoy convencido que es capaz de afrontar el estado actual. Es decir, puede analizar el momento en que está el club y, a partir de ahí, hacer de puente para que la próxima convocatoria de elecciones se pueda hacer con las máximas garantías».

Pese a que Xicu Ferrer abandona por los problemas económicos de la entidad, Toni Roig no ve a la junta gestora como «salvadora de nada». «Somos gente que, en muchos casos, tenemos niños jugando en las categorías inferiores. La mayoría hemos sido futbolistas en este club. Tenemos relación con el club desde hace muchos años y cuando tienes argumentos así pues la implicación es doble. Te gusta el fútbol y te gustaría que tu hijo estuviera en un sitio agradable», explicó.

Sobre si existe alguna deuda actualmente con los jugadores del primer equipo, señaló que no y expuso: «Lo que nosotros tenemos presente es que los trabajadores del club son los primeros que deben ver su sueldo en la cuenta corriente. Tenemos que hacerlo funcionar como una empresa y a nadie se le ocurre no pagar a sus empleados. Con el pan de la gente no se juega».

Paia comentó que la reunión de ayer sirvió más que nada para «repartir responsabilidades y el trabajo». «La reunión se tenía que hacer porque hay que empezar a trabajar cuanto antes, pero las fechas no ayudan porque la gente ya tiene sus vacaciones montadas», agregó.