Imagen del futbolín humano que contó ayer con la presencia de algunos jugadores de la UD Ibiza. | Toni Planells

Los niños que ayer se acercaron futbolín humano que adornó la plaza Albert i Nieto se llevaron una alegría cuando aparecieron tres jugadores de la UD Ibiza. Rodado, Germán y Gonzalo fueron los reyes magos vestidos de celeste. Durante una hora, los futbolistas compartieron un momento agradable con los pequeños.

El numeroso grupo de jóvenes futbolistas que se apuntó obligó a hacer varios equipos y que se fuera rotando por tiempo. Eso sí, siempre había dos jugadores de la Udé entre los 10 jugadores que formaban parte del futbolín humano. Hubo goles, risas y también algún lloro cuando algún pelotazo impactó en la cara de algún niño. Cuando se produjo el primero, Rodado estuvo rápido para frenar las lágrimas con un abrazo y unas palabras de ánimo.

La actividad fue una pequeña desconexión en una semana en la que vuelve la competición. Los de Vila se enfrentan el domingo (12.00 horas) al Langreo en el Municipal de Can Misses. Gonzalo destacó lo bonito de este tipo de actos: «Para los que somos papás es una doble ilusión, yo paso muchas horas en este parque. Creo que es algo bueno para todas las partes se le da visibilidad y nosotros también disfrutamos mucho».

En cuanto a lo deportivo, el defensa valoró la vuelta tras las vacaciones navideñas: «Veo el equipo muy bien, igual teníamos que haber tenido más vacaciones porque veo a la gente muy metida. Tenemos un mes de enero que será bastante duro y es muy importante para nosotros».

Al ser cuestionado por el deseo de la afición de un ascenso en 2020, señaló: «Somos un poco más comedidos. Es complicadísimo un ascenso, pero nos alegra que la gente nos lo pida porque es una opción que está ahí».