El peñista Higor se zafa de un defensa asturiano. | El Comercio

REAL OVIEDO B: 1

PEÑA DEPORTIVA: 3


La Peña Deportiva comenzó la segunda vuelta con tres puntos. Tras un partido muy serio en tierras asturianas, los de Raúl Casañ se impusieron al Real Oviedo B (1-3) gracias a los goles de Fran Núñez, Pipo y Cristeto. El triunfo sirve para dejar atrás una mala racha y volver a sumar una victoria que dará tranquilidad.

La Peña salió muy bien plantada a El Requexón. En el minuto tres, Fran Núñez dejó escapar la primera oportunidad tras recibir un balón en profundidad. Su disparo se fue muy desviado y la ocasión se marchó al limbo. El extremo no falló dos minutos más tarde. En una acción muy protestada por los asturianos, el balón rebotó en la mano de De Val y le cayó a Bernal, que buscó un pase para Núñez. Llegó primero un defensa, que en su despeje golpeó a Jorge Mier. La pelota fue para el internacional dominicano, que superó a Valens con calidad.

Tras este inicio explosivo y con el marcador a favor de los ibicencos, el partido se igualó. El filial asturiano se hizo con la pelota, mientras que la Peña intentaba robar para salir rápido a la contra.

Los pitiusos tenían el partido controlado hasta que, en el 23, llegó el empate en un error defensivo. En una falta lateral, la mala salida de puños de Seral, sumada a que un defensor tocó un poco el balón, provocó que este le llegase a Vanderson. El extremo remató a portería y puso el 1-1. La jugada ofrece dudas porque Higor despejó sobre la línea. El árbitro asistente no dudó y el tanto subió al marcador.

El encuentro entró en una fase en la que apenas pasaban cosas. Ninguno de los dos equipos quería arriesgar y las ocasiones brillaban por su ausencia. Faltaba profundidad y los centros laterales eran abortados por las defensas y los porteros.

Mucho más acertado estuvo Seral en el 43. Se anticipó en un centro lateral y el balón quedó muerto, pero el portero reaccionó rápido para tapar el disparo de Tarsi. También estuvo seguro en una falta peligrosa en la que Alarcón disparó directamente a portería. Fue la última acción de una primera parte en la que la Peña fue de más a menos.

Tras el paso por vestuarios, Casañ introdujo un cambio ofensivo. Cristeto entró en el lugar de Borja Navarro, retrasando la posición de De Val. En el 51, se le escapó la ocasión a la Peña. En una salida rápida, Higor condujo el balón y buscó a Fran Núñez, pero ni el pase ni el control fueron buenos y la oportunidad se marchó al limbo. Poco después, Copete evitó el remate de Obeng cuando el atacante entraba con todo.

Felicidad peñista
En el 58 llegó el golazo de Pipo. Tras un mal despeje del portero Valens, el balón acabó en los pies del extremo, que, en un ejercicio de conducción, dribbling y técnica, se fue de todos los rivales, incluido el meta, para marcar a portería vacía. 1-2 en Oviedo.

La Peña se salvó en el 66. El balón le cayó a Alarcón, que enganchó una volea desde dentro del área. Afortunadamente, el balón fue al lugar en el que estaba Seral, que lo atrapó sin excesivos problemas.

En el 74, los de Santa Eulària pudieron matar el partido en una contra. Jordan, que acababa de entrar, se marchó en velocidad y mandó el esférico al área. Allí, Pipo, a la media vuelta, puso a prueba a Valens, que hizo una gran parada. Un minuto más tarde, se volvió a salvar la Peña en una acción con varios rebotes que acabó en córner.

La sentencia la puso Cristeto en el 82. El centrocampista aprovechó un rechace en la salida de un córner para efectuar un potente disparo que, tras rebotar en un defensa, se hizo imposible para el guardameta. 1-3 en el marcador y menos de diez minutos por delante.
Casañ aprovechó la ventaja para hacer debutar a Loren. Acto seguido, el Real Oviedo B se quedó con uno menos por doble amarilla de Jorge Mier tras una dura entrada sobre el propio Loren.

No pasó mucho más. La Peña supo manejar el partido hasta que el árbitro pitó el final. Los tres puntos se vinieron con la expedición peñista hasta Santa Eulària. La victoria es muy importante para ganar moral y dejar atrás una racha de cinco jornadas seguidas sin ganar.