Como era de esperar, este sábado, día en que se ponían a la venta las entradas para el partido UD Ibiza-Barça, se desató la locura. Desde las 05.00 horas ya había gente esperando en la taquilla. Cerca de las 10.00, que era cuando se debía comenzar la venta –se retrasó solamente tres minutos–, la cola ya superaba los 300 metros, más allá de las inmediaciones de la pista de atletismo.

David García, de 39 años, y Sonia Ortega, de 35, fue los primeros en apoderarse de las entradas. La pareja no podía ocultar su felicidad tras adquirir los pases y los aplausos y algún «bravo» se dejaron oír nada más tenerlas en sus manos. Momentazo.

«Ahora sí que es una realidad», afirmó García, que comentó que le hizo el relevo a las 08.00 horas a su hermano, quien había llegado cinco horas antes de la apertura de las taquillas. «Es como sun sueño y supongo que no seremos conscientes de lo que va a pasar aquí hasta que estemos dentro», continuó David, que aclaró que la premura por llegar a Can Misses se debía a la intención de pillar sitio «más en medio o en la curva». «Entrar sabíamos que íbamos a entrar», agregó García, que se llevó seis entradas en total al acudir con más abonos.

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La pareja, además de seguir a la UD Ibiza, es fanática del primer equipo de la capital. «Los dos somos del Real Madrid, así que no hay peleas», indicó Ortega entre risas. Por tanto, no hay duda de con quién irán los dos en el partido copero.

El segundo en comprar las entradas fue Pedro Martínez, de 43 años. Pese a ser aficionado declarado del Barça, tiene claro a quién apoyará: «Soy del Barça menos el miércoles, que seré del Ibiza». Martínez, que arribó a las 05.10 horas al estadio, salió con casi una docena de pases: «Soy delegado de un equipo de fútbol infantil y, de una vez, he sacado todas». Pedro no ocultó su felicidad: «Ya he conseguido lo que quería. Un partido así con un equipo como el Barça es para que lo disfrute la afición».

Otro de los primeros en presentarse en las taquillas fue José Cabello, padre de la abonada más joven del club (Laia, de apenas un mes). El de la Peña Corsarios espera «una aventura inolvidable». «Vamos a ir toda la familia. En mi casa somo del Barça y del Ibiza. Esperamos un gran partido y que gane el mejor, pero nosotros daremos todo el apoyo al Ibiza. Mi hija no puede venir, pero estará escuchándolo desde casa con su bisabuela», señaló el aficionado, uno de los casi 6.500 que vivirá in situ el partido del siglo en las Pitiusas.

Por otra parte, hoy se han puesto a la venta las entradas para los no abonados con un precio de 70 euros. Desde las 21.00 horas de ayer ya había gente haciendo cola para conseguir alguna de ellas.