Los jugadores de la Peña Deportiva celebran el gol de Fran Núñez, que suponía el 2-0 ante el Getafe B. | Marcelo Sastre

Pasan las semanas y con ellas las jornadas. Van 23 y la Peña sigue en la zona alta de la tabla. Con humildad, con los pies en el suelo y con el objetivo de mantener la categoría por primera vez en su historia. No puede ser de otra forma. Perspectiva sensata y realista. Igual de realista es la perspectiva soñadora del que dice que los de Santa Eulària paso a paso están demostrando que son uno de los mejores equipos de la categoría y que están en disposición de ganarle a cualquiera.

No lo dice un servidor, que también. Lo dice el entrenador del Getafe B, el del Atlético de Madrid, el técnico del Racing de Ferrol, el señor que se sienta en el banquillo del Rayo Majadahonda y podemos seguir.

En cuanto al duelo contra el Getafe B, Raúl Casañ afirmó en rueda de prensa que cuando la gente vio la alineación, se oía el runrun desde el vestuario. Aquí, uno de los que pensó que quizás no era el mejor partido para hacer experimentos. Al final 2-0 y pudieron ser más. El equipo está enchufado y con las condiciones y características de cada uno, lo cierto es que, sobretodo en casa, todos cumplen y le dan la razón a su entrenador.

En un día en el que los dos faros del equipo, Bernal y Pipo, no brillaron demasiado, son otros los que iluminaron Santa Eulària. A Casañ no le gusta personalizar, pero el partido de Fall fue descomunal. El nuevo refuerzo ofreció un nivel altísimo. Hay que ver si será siempre así. Si lo es, menuda bendición para el equipo. Trabajo defensivo y calidad con el balón en los pies. Un mediocentro de los que marcan diferencias.

También es digno de reseñar el buen hacer de Marc de Val en el centro de la defensa. Da salida de balón, está bien posicionado y llega al corte. Con el paso de los partidos, se le está poniendo cara de central y de uno bueno, además. Igual de satisfactorio es el rendimiento de Ramón Blázquez en el lateral. Cada vez trabaja mejor en defensa y se suma bien al ataque.

En el plano clasificatorio, serían ocho los puntos que le faltan a la Peña para conseguir la permanencia virtual. Quedan 45 por disputarse y lo cierto es que la dinámica del equipo invita a soñar por algo que nunca se habrían podido imaginar en Santa Eulària.

Sin ocasiones

Mucho más gris fue el domingo por Pontevedra. La Udé no tuvo su mejor día y no pudo pasar del 0-0 en un partido en el que, como bien dijo Pablo Alfaro, las defensas se impusieron a los ataques.

A los celestes les faltó fútbol e imaginación en el centro del campo. Quizás echaron de menos a Javi Lara, pero entra dentro de la normalidad que el equipo vaya rotando y que jugadores que han tenido un mes de enero intenso tengan algo de descanso.

En el once, destacó el debut de Pierre Cornud. El lateral francés llegó para cubrir a Morillas y en la primera oportunidad ya fue titular. En esa banda izquierda también se dio la circunstancia de que compartiesen espacio los dos fichajes de invierno con la entrada en el segundo tiempo de Borja Martínez. Por otro lado, Quintanilla repitió en el centro de la defensa, cuajando un gran encuentro.

En cuanto al partido, un disparo cruzado de Rodado que se fue fuera y poco más. La sensación de que se escapó la oportunidad de ponerse segundos y que el Atlético Baleares se aleja un poco. Aún queda mucho por delante y lo cierto es que los celestes suman nueve partidos sin perder.