Los jugadores de la UD Ibiza celebran uno de los goles anotados el fin de semana ante el Coruxo. | Toni P.

A Can Misses se le está poniendo cara de playoff. A estas alturas de la temporada, siendo claros, solo una catástrofe evitaría que la UD Ibiza jugara por el ascenso. La liga es cosa de tres. Y si me apuran, de dos. Viendo los últimos resultados de un Atlético de Madrid B mermado por los jugadores que suben a reforzar el primer equipo. La ventaja con el cuarto clasificado asciende ya a 13 puntos. Es decir, cinco partidos. Una auténtica barbaridad teniendo en cuenta que quedan 14 por disputarse. La Udé suma y sigue. La cifra de puntos no deja de engordar. Vive en un gran momento de forma. Sobre todo, en el aspecto defensivo. Son ya 10 jornadas sin perder y en este segunda vuelta aún no ha encajado gol.

En cuanto al partido del domingo contra el Coruxo –cuarto clasificado–, los de Pablo Alfaro hicieron un encuentro muy completo. Y eso que los gallegos fueron, probablemente, el equipo que mejor jugó de todos los pasaron por Ibiza.

En cuanto al once, el técnico celeste dio por primera vez la titularidad al fichaje de invierno Borja Martínez. En el centro del campo volvió Javi Lara y el equipo lo notó con una mayor fluidez de juego.

En el lado negativo, se dio la circunstancia de que los dos defensas centrales tuvieron que ser sustituidos. Parece ser que las molestias de Rubén y Quintanilla no revisten gravedad.

También es muy importante que Rodado se reencontrase con el gol. El máximo artillero celeste aún no había logrado anotar en esta segunda vuelta. Los delanteros viven de sensaciones y seguro que el mallorquín necesitaba volver a celebrar un tanto.

Esta jornada el equipo viaja a tierras gallegas para medirse al Racing de Ferrol. El buen hacer del Atlético Baleares está dejando muy poco margen de error a los celestes que intentarán ganar en un territorio en el que aún no lo han hecho.

Día gris

No fue el mejor día de la Peña Deportiva, ni mucho menos. Lejos de su imagen habitual, los ibicencos se vieron completamente superados por un Celta de Vigo B que fue mucho mejor. El 3-1 es justo y refleja lo que se vio sobre el césped de Barreiro.

Raúl Casañ apostó, en gran medida, por los jugadores que derrotaron con solvencia al Getafe B en la jornada anterior. La gran novedad del técnico peñista fue la entrada de Cristeto en el lugar de Pepe Bernal. Es cierto que en las últimas jornadas no había estado a su mejor nivel, pero la modificación sorprendió.

La Peña no empezó mal y tuvo la primera con un disparo de Cristeto que se fue al larguero, pero el gol de Yeboah pasado el minuto 10, destrozó a los pitiusos.

Con el marcador en contra, corrieron y mucho detrás del balón, pero la presión, un tanto desordenada, no daba sus frutos ante un equipo de gran calidad. Viendo el encuentro sorprende que los gallegos estuviesen en puestos de descenso.

No hay muchas cosas positivas que rascar del encuentro. Los ibicencos están teniendo bastantes problemas fuera de casa para encontrar su fútbol. Este semana tocará levantarse en su feudo, donde son prácticamente imbatibles, ante un Melilla que llegará en un gran estado de forma, recuperando posiciones desde muy abajo.