Ángel Rodado, autor de 13 goles en Liga, celebra un gol de la UD Ibiza en un partido de esta temporada. | Marcelo Sastre

Mañana cumple 23 años y quiere festejarlo a lo grande. Mallorquín de nacimiento y mallorquinista de sentimiento, Ángel Rodado Jareño (Palma, 7 de marzo de 1997) afronta un partido especial el domingo en el Estadi Balear. Autor de 14 goles en la presente temporada (13 en la Liga y uno en Copa), el ‘9’ de la UD Ibiza es la principal amenaza del Atlètic Baleares en el duelo en la cumbre que se avecina en el horizonte. El olfato de Rodado reta la racha del conjunto blanquiazul como local. Acumula ya 34 encuentros consecutivos, casi una temporada y media, sin doblar la rodilla en casa.

Será un derbi balear por todo lo alto. Primero contra segundo. Al ATB, que afronta la entrega con cinco puntos de ventaja, le valen dos de los tres resultados posibles. La victoria ampliaría hasta los ocho puntos su ventaja, por lo que dejaría la Liga casi sentenciada. El empate mantendría la distancia con el golaverage a su favor tras el 0-1 de Can Misses. Los ibicencos, en cambio, acuden a la Vía de Cintura obligado a ganar si quieren seguir peleando por el título del grupo I de la Segunda División B.

Rodado será uno de los focos de atención en el Estadi Balear. Nunca ha vestido de blanquiazul, aunque una persona en nombre del Atlètic preguntó por su situación cuando entrenaba con el Santa Catalina a la espera de ofertas tras no ser renovado por el Real Mallorca. Representado por Miquel Riera, sus buenos números con la UD Ibiza (33 goles en 66 partidos) no han pasado desapercibidos y el pasado mercado invernal estuvo en la agenda del Real Madrid para el filial y del Legia Varsovia polaco, que finalmente no pagó su cláusula de rescisión.

Por fortuna para el equipo celeste, se quedó y de su acierto dependerá una porción notable de las opciones del conjunto de Pablo Alfaro. No en vano, cuando Rodado marca, su equipo no pierde.

Aquel niño que comenzó dando patadas a un balón en La Soledad y que también pasó por el Recreativo La Victoria antes de recalar en el Real Mallorca, donde no llegó a debutar con el primer equipo –Vicente Moreno le convocó para un partido– amenaza la racha del Atlètic Baleares.