Manix Mandiola (i) y Pablo Alfaro (d). | Miquel Àngel Llabrés

El técnico de la UD Ibiza, que afirmó que no había sido el mejor partido de su equipo lejos de Can Misses, aseguró que salieron del derbi «satisfechos», aunque remarcó que el triunfo «no nos puede cegar» ante el exigente calendario que aguarda tanto a los suyos como al Atlético Baleares en las últimas 10 jornadas.

«Nos vamos satisfechos, lógicamente. Igual que en nuestro campo se decidió por una jugada muy desgraciada nuestra, pues hoy –ayer para el lector– no ha sido una, sino dos. No suele ser habitual que a un portero como Manu Herrera se le escape el balón», dijo el preparador celeste, que considera que lo suyos han sabido «interpretar bastante bien» el partido y «cómo poder contrarrestar los puntos fuertes del Baleares, que los tienen y muchos, y luego ahondar en sus debilidades».

Con esta victoria, la UD Ibiza se coloca a tan solo dos puntos del primer puesto y se apunta el golaveraje con el cuadro blanquiazul. Con todo, el míster zaragozano quiso ser cauto y recordó que «queda mucho todavía». «Cuando un equipo durante 18 meses no pierde nunca en casa es porque hace muchas cosas bien y sabíamos que teníamos que acercarnos mucho nuestro cien por cien para acercarnos a una posible victoria. Así ha sido, pero no nos puede cegar», continuó.

En este sentido, el maño destacó que podía garantizar que «ningún equipo va a ganar los 10 partidos que quedan». «Es difícil y los rivales juegan. Aunque no puedan tener tu potencial, tienen recursos y más necesidades», agregó.

Preguntado sobre si había sido el mejor partido de la UD Ibiza como visitante, Pablo Alfaro lo negó con rotundidad: «No. Hemos hecho mejores. Hemos conseguido ganar al Castilla y a la Peña Deportiva. Hoy –por ayer– era un partido de muchísima igualdad. Cuando dos rivales son poderosos, normalmente mostrar la superioridad a nivel táctico-técnico no es fácil, pero sí que ha sido un partido muy parecido a lo que puede venir al final».

El entrenador unionista no negó que es «un día bonito para el Ibiza y el club». «Al Baleares le deseo lo mejor. Vamos a estar peleando hasta el final y, si somos capaces de llegar en buen todo al final del todo, pues vamos a seguir soñando», sentenció el míster, que quiso dejar claro que no tuvo ningún tipo de discusión con el segundo entrenador balearico, expulsado poco antes del descanso: «No he discutido con Iñigo. No ha sido nada en absoluto. Es un partido caliente en el que tiene que haber tensión y el público tiene que jugar también, pero fue todo en buena lid igual que en Can Misses».