Los jugadores de la UD Ibiza celebran un gol durante un encuentro. | DANIEL ESPINOSA

Sin fútbol y sin fecha para que el balón vuelva a rodar. La Federación y LaLiga acordaron ayer prolongar el parón en todas las categorías, tanto profesionales como amateurs y también en el fútbol base hasta que las autoridades sanitarias y el Gobierno Central manifiesten que ya no existe riesgo de contagio y la pandemia del coronavirus ya no suponga un problema de salud.

Por ahora, este escenario está lejos de darse. Más bien todo lo contrario y tras prolongarse el estado de alarma por espacio de quince días más, tanto la RFEF como LaLiga acordaron que resulta inviable hablar de la reanudación del espectáculo en los terrenos de juego. Contrariamente a lo que sucede en Italia y en Inglaterra, donde ya hay clubes como el Nápoles que se ha marcado fecha de inicio de los entrenamientos, o la Premier, cuyo objetivo es reanudar el fútbol el 1 de junio, en España esto por ahora no sucede. Todo lo contrario.

En este momento es absolutamente improcedente fijar una fecha para que el fútbol vuelva a reanudarse con normalidad. Los futbolistas de todas las categorías siguen enclaustrados en sus domicilios entrenando como pueden y ningún equipo está entrenando de forma grupal.

Tras el comunicado hecho público ayer por los organismos competentes, esta situación va a prolongarse en el tiempo y de momento de forma indefinida. De esta forma las medidas tanto de LaLiga como de la RFEF que paralizaron el fútbol en principio de manera temporal durante dos semanas han tenido que ampliarse ahora de forma indefinida hasta que el Gobierno adopte otras decisiones que permitan la reanudación de las mismas sin riesgo para la salud.

La situación sanitaria invita a prolongar este alto, pero además existe un componente que todavía no se ha valorado y es cómo se van a reanudar la competiciones. El cuándo es una incógnita pero también hay que valorar el cómo. Será necesario que todos los equipos tengan una toma de contacto con el regreso a la actividad en grupo y eso requiere de cierto tiempo porque si se precipitan los tiempos, las lesiones van a estar a la orden del día y ese aspecto también tiene que valorarse cuando el horizonte sea mucho más claro. Esta, sin duda, es una de las grandes preocupaciones de los entrenadores y por lo tanto de los clubes tanto profesionales como amateurs porque no se trata solo de regresar, también hay que marcar unas pautas de cómo volver a la actividad.

Cabe recordar que el parón del fútbol pilló a los equipos pitiusos en una buena posición. La UD Ibiza peleaba en el grupo I de Segunda División B por la primera posición, mientras que la Peña Deportiva se encontraba en puestos de playoff. También en posición de pelear por el ascenso estaba el CD Ibiza en Tercera División.

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Por ahora ni fútbol ni entrenamientos, ni tampoco fecha para empezar tanto una actividad como otra. Los inconvenientes de este parón forzoso van a tener que reinventar el fútbol, ajustar las competiciones y mirar por la salud de todos.

La Champions sin fecha

La UEFA ha decidido aplazar sin fecha las finales de clubes que estaban programadas para mayo de 2020, las de la Liga de Campeones masculina y femenina y la Liga Europa, a causa de la crisis por la COVID-19 que sufre Europa

EL APUNTE

LaLiga «apoyará» a los clubes que presenten un ERTE

LaLiga manifestó ayer su «total apoyo» a las decisiones de los clubes durante este parón obligado por el brote de coronavirus y aseguró que les prestará su ayuda y asesoramiento en el caso de que alguno de ellos se vea obligado a presentar un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) «por la considerable merma de su actividad». El organismo que preside Javier Tebas resaltó que cada uno de sus clubes «está tomando las decisiones que considera necesarias según sus circunstancias para hacer frente a las graves consecuencias derivadas de las medidas decretadas por la COVID-19». Por ello, «apoyará, asesorará y ayudará a la coordinación de aquellas solicitudes de ERTE que los clubes consideren oportuno «presentar por fuerza mayor ante la autoridad laboral debido a la considerable merma de su actividad (sin partidos, sin visitas a las tiendas, etc.)».