Aficionados de la UD Ibiza durante el partido contra Las Palmas B. | DANIEL ESPINOSA

La presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, ha asegurado que jugar las competiciones sin público será «inevitable durante bastantes meses», al menos «hasta que haya una vacuna» contra el coronavirus, y ha afirmado que en cuanto se pueda «los futbolistas profesionales y los deportistas de alto nivel» serán «los primeros a los que se les permitiría reanudar los entrenamientos».

«Eso parece bastante inevitable durante, probablemente, bastantes meses. Todo dependerá de cuándo se encuentre una vacuna, y eso tiene sus plazos científicos. Parece bastante complicado que podamos volver a ver congregación de grandes masas en los estadios de fútbol hasta que haya una vacuna», señaló en una entrevista en TVE.

Aunque presenciar partidos en directo tiene «un componente de emoción», la máxima mandataria del CSD destacó que verlos por televisión «aporta mucho a la normalización del país». «Encontrar un rato para ver un partido por televisión con familiares nos pone en el camino de la normalidad», dijo sobre la importancia de que regrese la competición.

En este sentido, confirmó que en las reuniones mantenidas con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y LaLiga han hablado de la posibilidad de poder ofrecer algún encuentro liguero en abierto. «Con LaLiga y la RFEF hablamos de la posibilidad de negociar algún partido en abierto en atención a toda la gente que está en casa. Es algo que todavía está demasiado verde, tenemos que seguir trabajando en ello», subrayó.

Además, Lozano es «optimista» con la posibilidad de volver a ver competiciones este año. «Quiero pensar que sí. Obviamente, no está en mi mano, pero lo que sé es que todos los actores del deporte están trabajando en ese sentido. Sabemos que no van a ser competiciones normales, pero todos estamos trabajando para, con las limitaciones que impone la pandemia, poder recuperar la actividad deportiva y las competiciones», apuntó.

En este regreso, «los futbolistas profesionales y los deportistas de alto nivel serían los primeros a los que se les permitiría reanudar los entrenamientos». «Cada deporte tiene su propia casuística, y estamos viendo estudios científicos, por ejemplo, en el ciclismo, en el que la distancia social es de muchos metros, también en el caso de los corredores. Hay que analizar los distintos escenarios», dijo.

«Entiendo que para gente cuya dedicación diaria son ocho horas de actividad física, el parón es difícil, incluso psicológicamente, por eso valoro la colaboración del mundo del deporte, que nos ha ayudado a difundir los mensajes. Es difícil comprometerse a una fecha y no quiero hacerlo porque no quiero generar expectativas que no podamos cumplir. Estamos en manos de cómo evoluciona la epidemia», continuó.

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La presidenta del CSD confirmó que están trabajando en protocolos para el regreso del fútbol, y que esta misma semana lo harán con el baloncesto. «El riesgo cero nunca existe. Mucha gente ha vuelto a la actividad económica en el sector de la construcción, de la industria... Todos estamos sobrecogidos, pero cuando empecemos a recuperar la normalidad correremos ciertos riesgos. Los protocolos serán lo suficientemente rigurosos como para que los deportistas se sientan seguros compitiendo», manifestó.

«Para España se abre una gran oportunidad de proyectarnos como un país de deporte seguro, y eso requiere que seamos vanguardistas y muy prudentes al mismo tiempo en diseñar y ejecutar unos protocolos sanitarios y deportivos que permitan garantizar esa seguridad sanitaria. Hemos sido uno de los países más golpeados por la epidemia y nuestro deporte está al primer nivel. Tenemos una proyección deportiva internacional enorme», añadió.

«Rubiales y Tebas fueron muy generosos y constructivos»
En otro orden de cosas, Lozano alabó el talante de los presidentes de la RFEF y LaLiga, Luis Rubiales y Javier Tebas, en las reuniones del 'Pacto de Viana'. «A veces estas crisis tan dramáticas hacen que cada uno cobre conciencia de su responsabilidad. Los dos han sido muy generosos en la negociación y muy constructivos. Eran muy conscientes de su papel y de su responsabilidad histórica. Cómo nos comportemos todos en esta pandemia y las medidas que tomemos políticamente y en el fútbol van a definir el mundo en los próximos años, y han sido conscientes de eso y de que había que colaborar», señaló.

«Veíamos claro desde el CSD que había que trabajar en un acuerdo porque había un montón de cosas que dependían de eso: la posible reanudación de los entrenamientos, de la competición, pero también la estabilidad económica de los clubes. El fútbol es la locomotora del deporte en términos económicos, por lo tanto permitir su reincorporación y que pueda volver a activarse es crucial para el resto de los deportes. Teníamos que intentarlo, y salió bien gracias a que los dos estuvieron en un espíritu constructivo», prosiguió.

Además, confirmó que se han comprometido a respetar un código de conducta. «Somos conscientes de que la relación entre LaLiga y la RFEF estaba muy enrarecida por demasiados meses de disputas y que era necesario generar un marco en el que fuera posible la colaboración y el diálogo honesto y sincero entre los dos. Los dos estaban muy de acuerdo en esa necesidad y en el interés. Llevamos dos reuniones, una de ocho horas y media y el lunes otra, y estábamos de acuerdo en que esa dinámica se mantenga. Se firmó crear un código de conducta para los directivos y gerentes que garantice que las discrepancias normales se puedan encauzar de una manera constructiva», expresó.

Así, se han comprometido «a reanudar los entrenamientos con vistas a terminar la temporada». «Ese es el objetivo en términos deportivos, pero todo está sujeto a la evolución de la epidemia, y tanto la RFEF como LaLiga son plenamente conscientes. Los datos nos indican que eso va a poder hacerse pronto, pero las fechas no están cerradas. La decisión se va tomar en términos epidemiológicos y médicos. Eso no impide que vayamos trabajando en los protocolos sanitarios para cuando eso ocurra, en cómo va a ser la incorporación del resto de deportes, en la situación económica para el resto del deporte modesto que necesita un salvavidas...», relató.

«Hay federaciones que apenas tienen medios para sobrevivir, porque los patrocinios y las competiciones han dejado de generarles ingresos. Hay también deportistas con posibilidades olímpicas que se han visto afectados económicamente, y para nosotros era muy importante ese carácter estratégico desde el punto de vista económico que tiene el fútbol; genera casi el 1,4% del PIB, 185.000 empleos directos e inducidos. Era el momento de que esa locomotora económica tirara del resto de los deportes, y esa ayuda va a ser esencial para evitar el hundimiento del sector», concluyó.