Las puertas de Primera Nacional femenina se le podrían abrir próximamente al Sant Jordi. La renuncia del Sporting Mahonés, que incluso ha retirado al equipo, sumado a la imposibilidad de subir por parte de sus antecesores en la Liga Autonómica femenina lo hacen viable.

El Sant Jordi quedó séptimo en la liga balear, pero sabe que sus predecesores en la tabla no pueden ni quieren subir. La mayoría son filiales que no pueden ascender. El Santa Ponsa no tiene intención de aceptar la plaza y el Collerense no la quiere porque ya tiene un conjunto en Segunda con el que se conforma.