Final de un sueño histórico

El nivel era superlativo y las ibicencas no pudieron lograr la machada. El partido no tuvo demasiado historia aunque consiguieron rascar un par de juegos (6-2 y 6-0). El encuentro de ayer era un premio. Nada más y nada menos. La posibilidad de jugar contra una de las mejores parejas del mundo que ha estado en lo más alto del pádel mundial en numerosas ocasiones. Las gemelas atómicas, así las apodan, fueron demasiado para las palistas pitiusas.

Cabe recordar que Escandell y Tur han hecho historia. No son sólo las primeras ibicencas en actuar en un cuadro final de una cita del World Padel Tour, sino que, además, son las primeras del mundo que acceden a esta fase a través de una wild card. Tal ha sido la gesta que varios medios nacionales e internacionales de la especialidad se han hecho eco de lo que han conseguido durante esta semana.

Antes del partido de ayer, Escandell confesaba que casi no se lo creía: «La verdad es que estamos flipando un poco con todo». La ibicenca reconoció que no esperaban para nada lo que estaban logrando después de haber conseguido la invitación al torneo. Su objetivo era simple: ganar un partido. Al final fueron unos cuantos más para ser las primeras ibicencas en jugar la fase final de una prueba del circuito mundial de pádel.

En el camino hacia los octavos, las ibicencas tuvieron que superar la fase preprevia y la fase previa. En la primera de ellas dejaron atrás al tándem Martin Melissa-Meli García Truchado por un doble 6-2 y, después, al dúo Aitana García Román-Marta Porras Sánchez por un doble 6-4.

En su tercer encuentro y primero de la previa, las insulares se deshicieron por la mañana de Ariadna Cañellas Rodero y Helena Wyckaert por 4-6, 7-5 y 6-3, una pareja a priori muy superior a las ibicencas. Después, por la tarde, Tur y Escandell ganaron a Ainhoa Rico Martín y Alba Izquierdo Rodríguez (1-6 y 4-6).

En octavos, el tándem pitiuso se vio las caras con el lucky loser, que era la pareja formada por Nuria Vivancos Vivancos y Sofía Saiz Vallejo. Lo hicieron, además, por la vía rápida, pues solamente cedieron cuatro juegos en dos sets (6-1 y 6-3).

Ayer en octavos ya eran palabras mayores. No pudieron alargar el sueño, pero su gesta ya está escrita en el mundo del pádel.