Bernárdez es detenido en falta en una acción del partido de ayer. | Marcelo Sastre

Una inoportuna derrota. Así se puede calificar el revés sufrido ayer por la UD Ibiza-HC Eivissa en casa contra el Sporting Alicante, un teórico rival directo. Ambos equipos ya se conocían de la temporada pasada –y las anteriores–, pues coincidieron en el mismo grupo de Primera Nacional. La tónica solía ser la victoria de los alicantinos y ayer no fue una excepción.

El gran arranque de los de Eugenio Tilves no fue más que un espejismo. Con una sólida defensa, los ibicencos se pusieron 4-0 arriba en apenas seis minutos. Un parcial 0-5 (4-5, min. 13) cambió el guion. Los celestes ya no volvieron a ponerse por delante en el marcador, que llegó a reflejar una máxima ventaja de tres tantos para los visitantes (9-12, min. 27). Finalmente, se quedó en dos al descanso (11-13).

Tras el asueto, los pitiusos no lograron reducir esa desventaja, que seguía siendo de dos tras los diez primeros minutos (17-19, min. 41). Fue entonces cuando el Sporting Alicante abrió una brecha importante de cinco goles de diferencia (17-22, min. 48), algo que dejó ya contra las cuerdas a los unionistas.

La misión de puntuar en sa Blanca Dono se tornó en imposible y los alicantinos acabaron sumando dos importantes puntos tras imponerse por 27-30 en tierras ibicencas.