Los jugadores de la UD Ibiza celebran la victoria contra el Hércules. | MARCELO SASTRE

Seis de seis. La UD Ibiza cosechó ayer su sexta victoria consecutiva en el grupo 3B de Segunda B tras superar ayer in extremis al segundo clasificado, el Hércules. Un gol de Davo en el tiempo de descuento desató la alegría del millar de aficionados que se dio cita ayer en el estadio de Can Misses para ver al conjunto unionista dispararse en la tabla clasificatoria.

El destino quiso que dos actores ‘secundarios’ en la mañana de ayer le dieran el triunfo a los celestes. Davo saltó al terreno de juego por la lesión de Ekain e Ilyas, por la de Kike en la recta final. Un centro del ex del Girona lo cabeceó el pichichi unionista en el segundo palo para brindar tres nuevos puntos a los pitiusos cuando estaba a punto de concluir el tiempo de prolongación. Increíble, pero cierto.

La alineación de Juan Carlos Carcedo sorprendió por el mero hecho de no haber introducido ningún cambio con respecto al once de la jornada anterior. Dicen que, cuando algo funciona, es mejor no tocarlo, y eso fue lo que se aplicó el técnico celeste, por lo que jugadores como Davo, pichichi de equipo, y Rodado, al que Castel le ha comido la tostada en las últimas jornadas a base de goles, comenzaron el partido en el banquillo.

La primera parte comenzó como se esperaba, con dominio de los celestes, pero lo cierto es que se saldó con más y mejores ocasiones de gol para los visitantes. Aunque Kike López fue el primero en crear peligro con un disparo raso desde la frontal que se marchó rozando el palo después de tocar en un defensor, Buenacasa dispuso de la mejor de este periodo merced a un mano a mano contra Germán poco antes de cumplirse el cuarto de hora. El guardameta realizó una intervención extraordinaria. Aguantó bien al delantero, que intentó driblarle sin éxito. Respiraba la afición ibicenca, que poco después veía cómo el portero detenía un disparo lejano de Alfaro.

En el minuto 15 se produjo un inesperado contratiempo para los unionistas. Ekain cayó lesionado después de pelear por evitar que un balón se marchara fuera. Davo fue el elegido para ocupar el lugar del vasco, que se marchó prácticamente entre lágrimas del campo.

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A la Udé le costaba enlazar jugadas de ataque, por lo que Castel tuvo que recurrir al disparo lejano para tratar de desnivelar la balanza, aunque sin éxito. Eso sí, poco antes había avisado David Sánchez de la misma forma. En la recta final, Castel protagonizó la mejor ocasión de los suyos con un cabezazo marca de la casa que desvió milagrosamente Falcón. El rechace, escorado, lo recogió Kike López, que también se encontró con el meta.

La réplica la dio Buenacasa, también de cabeza, tras un centro de Borja, pero el remate fue directo a las manos de Germán en la que fue la última acción reseñable de esta primera parte amén de un envenenado centro-chut de Borja que se fue por encima del travesaño.

La segunda mitad comenzó con un cambio por parte de los locales. Ángel Rodado entró por Castel. El mallorquín, que aún tiene mucho que decir en esta liga, estuvo a punto de desnivelar la balanza al cuarto de hora de juego. El ariete cabeceó contra el larguero un centro desde la izquierda de Javi Lara. El rechace también estuvo a punto de aprovecharlo Davo en semichilena, pero la pelota se marchó fuera.

Un par de minutos después, el ex del Langreo perdonó lo imperdonable. Solo al borde del área pequeña lanzó fuera un pase en bandeja de Fran Grima, que se había marcado una gran acción individual por el costado derecho.

Los herculanos ya no llegaban con la claridad de antes. Es más, Alfaro se entretuvo demasiado con el balón en los pies cuando el equipo alicantino había encontrado una buena posición para crear peligro. El choque agonizaba y la lesión de Kike permitió a Ilyas saltar al campo a falta de siete minutos. El extremo resultó clave. Se las apañó en el descuento para deshacerse de su marcador y poner el esférico al segundo palo, donde Davo metió la cabeza para enviarlo a la red, no sin suspense, pues la pelota tocó en el palo antes de besar las mallas.

La grada y el cuadro unionista explotaron de alegría. No era para menos. Cada punto tiene su peso en oro porque se arrastra a la segunda fase y los ibicencos no se han dejado ni uno atrás. La lucha es larga, pero los de Carcedo marchan por el mejor camino. Macho Ibiza.