Susana Sevillano, ayer en la piscina de Santa Gertrudis. | DANIEL ESPINOSA

Ha hecho falta casi un año y medio, pero habrá merecido la pena. Susana Sevillano está ya prácticamente de vuelta. La barcelonesa, afincada desde hace muchos años en la isla, tiene bastantes papeleletas para participar este fin de semana en el Campeonato de Balears de natación, que se celebrará en la piscina de es Raspallar. Depende de si recibe el alta este jueves, si bien reina el optimismo. Sería la primera competición oficial de la deportista tras haber sido sometida a dos operaciones en Madrid por un accidente que sufrió a principios de julio de 2019. Ella, que sabe lo que es subir a podios autonómicos en triatlón y acuatlón, y Carolina d’Amico marchaban en bicicleta cuando fueron embestidas a la altura de la rotonda de Can Misses por un vehículo que no se percató de su presencia. Tras un largo periodo de recuperación, Sevillano ve, por fin, la luz al final del túnel.

Aunque la catalana está desde hace tiempo metida de lleno en el mundo del triatlón, sus orígenes se remontan a la natación, donde es una auténtica especialista. Será en el agua donde, salvo que no reciba el alta, se produzca su regreso este fin de semana, el cual espera «con ganas». «Tengo ganas de competir después de todo lo que yo he pasado y ha pasado en general», dijo Susana, que competirá en las 100, 200 y 800 libres, la de 200 mariposa y la de relevos.

Ilusión

Precisamente esta última es la que más le motiva, ya que Javi Cardona, su entrenador, y otras nadadoras del CN Santa Eulària son quienes la animaron a participar. «Todo surgió porque empecé a ir a entrenar para nadar con gente y, como el evento es en Ibiza, Javi y las niñas me dijeron que compitiera. Podemos dar guerra y así me quito el gusanillo de competir, porque el triatlón no empezará hasta abril, aunque depende del alta. A partir de enero sí espero poder centrarme más en la bici y en correr, porque, en principio, ya estará bien la pierna», indicó al respecto.

La integrante de la Asociación Deportiva Ibiza Half Triahtlon recuerda con amargura lo que ha tenido que vivir para volver a competir después de un accidente que, en principio, no parecía que fuese a apartarla tanto tiempo del deporte: «La verdad es que ha sido durillo. Lo que parecía que se iba a solucionar rápido acabó siendo un proceso muy largo. Se cerró la rotura del tendón pero se hizo callo y rozaba con el hueso. A la vez, se descubrió otra lesión en el hombro. Tuve que pasar dos veces por el quirófano en Madrid. Hubo momentos en los que veía todo complicado. Cuando, en septiembre, empecé a moverme un poco y a nadar un poquito, todo cambió y vi la luz. Me dan el alta el jueves seguramente y poder decir que ya compito, aunque sea en solamente una de las disciplinas de triatlón, me da ánimo».

A pesar del accidente, Sevillano ha sabido mirar adelante y no tener miedo a subirse de nuevo a la bici: «Yo voy en bici y no tengo miedo. Sí tengo más respeto y, cuando me acerco a los cruces o las rotondas, pongo más el ojo, pero miedo no tengo ninguno en absoluto. El recuerdo es duro, pero también positivo por haber crecido y aprendido de él».
Susana aseguró que, ahora, valora más todo. «Cuando no me habían operado, soñaba que corría. Cuando lo hicieron y empecé la rehabilitación, soñaba con la competición y en sufrir un entreno. Echo de menos eso de pasarlo mal y agonizar. Ahora, en piscina, he conseguido hacerlo en algunos entrenamientos. Javi Cardona se lo pasa bien viendo cómo lo doy todo y disfruto como nunca. Valoras más el deporte ahora tras tanto tiempo sin poder hacerlo», explicó.

Su objetivo, cómo no, está puesto en el regreso al triatlón. «En enero me centraré en la bici, aunque ya estoy haciendo bastante, y quiero participar en la Copa de España de triatlones, si se hace, para intentar dar guerra a nivel nacional. Es el objetivo que ya tenía cuando me atropellaron. Justo ese día estrenaba la bici específica para triatlón y se rompió esa progresión que tenía, pero estoy con muchas ganas de retomar todo donde lo dejé», expuso la deportista, que, por fin, ve la luz al final del túnel. Y todo, también, «gracias a la rehabilitación en el servicio de fisioterapia de Vilàs, que ha hecho que todo sea bastante más fácil. Me ha tratado superbien, entendiendo que yo, como fisioterapeuta que soy, he tenido voz y voto en la rehabilitación y portándose todos de maravilla: fisios, auxiliares, recepcionistas y médicos».