Hurtado ejecuta un remate ante la oposición de Knigge y Kukartsev. | DANIEL ESPINOSA

En la misma línea de toda la temporada. Así se mostró la UD Ibiza-Ushuaïa Volley ayer contra el Guaguas, que se dio un paseo por es Viver para imponerse por un contundente 0-3 en la quinta jornada de la Superliga masculina –se aplazó en su día por casos de COVID-19–, lo que aleja el sueño de la Copa del Rey.

La misión de ganar a los canarios, que están haciendo una grandísima temporada y se encuentran en la zona alta de la tabla, se complicó aún más de inicio por la ausencia de Peetu Mäkinen, a quien un proceso estomacal le impidió estar en la pista. Nada más arrancar el partido iba a quedar claro que los celestes no iban a pasar una buena tarde. Un 1-6, con Knigge espectacular en el bloqueo, obligó a Aitor Barreros a pedir pronto un tiempo muerto. Sin embargo, la sangría no cesó y creció hasta los ocho puntos (2-10), primero, y nueve (5-15 y 14-21), después.

El Guaguas parecía una muralla impenetrable para la UD Ibiza-Ushuaïa Volley, que, encima, veía cómo Kukartsev remataba a su antojo cuando le llegaba el balón. Finalmente, la manga se cerró con un 19-25 que habla por sí solo de la diferencia de juego entre uno y otro.

En el siguiente set, el equipo de Aitor Barreros se puso por delante por primera vez en el partido con un remate de Monteagudo (1-0). Sólo fue un espejismo, como la máxima ventaja de dos puntos que llegó a tener de inicio el cuadro local (3-1). De un 4-2 se pasó a un 4-7 y la historia de antes volvió a repetirse: superioridad canaria ante un conjunto ibicenco que no hallaba la forma de hacer daño a su adversario.

La desesperación era tal que incluso Galdón vio la tarjeta roja, lo que supuso un punto gratuito para un Guaguas que se disparó de cinco (8-13). Con Knigge desatado, se llegó a un 8-14 que hizo que la UD Ibiza parase de nuevo el partido. No sirvió de mucho, pues la diferencia aumentó a ocho (11-19). Con 15-22, un parcial 3-0 puso nerviso a Sergio Miguel Camarero, que pidió tiempo muerto. El regreso a la pista de los suyos no pudo ser mejor. Un 0-3 liquidó la manga por 18-25.

En el tercer set, las cosas iban a ir aún peor. Aunque los celestes aguantaron al principio, una distancia de cinco puntos (9-14) volvió a encender las alarmas en forma de tiempo muerto. Con 13-17, un parcial 0-4 dejó el encuentro visto para sentencia (13-21) en favor de un Guaguas que se apuntó el set por la máxima renta que disfrutó tanto en esta manga como en todo el partido (16-25).