Ortiz levanta la cabeza para ver a quién le pasa la pelota en un lance del encuentro celebrado en Can Misses. | DANIEL ESPINOSA

Sueño roto. La lógica se impuso en Can Misses y el CD Ibiza, que dejó una grandísima imagen, cayó eliminado anoche contra el Sabadell, que milita en la Liga SmartBank, por 0-2 en la primera eliminatoria de la Copa del Rey. De esta forma, vio roto el sueño de enfrentarse a un ‘Primera’ en el torneo copero.

Que el equipo ibicenco no se tomaba en broma la competición quedó patente desde que dio a conocer su once inicial. Alberto Gallego no hizo florituras y plantó sobre el terreno de juego un once de garantías, prácticamente el de gala. Por contra, el conjunto sabadallense jugó con su equipo B. Antonio Hidalgo únicamente alineó dos jugadores titulares del partido liguero del fin de semana, en concreto Edgar Hernández y Aarón Rey, y dio la alternativa a un juvenil (Chadi Riad) y a un integrante del filial (David Astals).

Con todo, la categoría de los visitantes se plasmó en el campo desde el principio. Los arlequinados se adueñaron pronto de la posesión de balón y dieron el primer aviso a los dos minutos de juego. Eso sí, fue a balón parado, en una falta que Edgar lanzó cerquita de la escuadra. El Cedé no tardo en percatarse de la película y se centró en cerrar espacios y buscar alguna contra como la que no tardó en protagonizar Juan Carlos Ortiz. El cordobés, en una acción individual, enfiló el camino al área y realizó un pase de la muerte que abortó un defensa.

Tan complicado se hizo tener la pelota para los rojillos que el propio Ortiz intentó tirar de magia con un disparo desde la medular a la media vuelta que no halló la dirección deseada.

Mientras, el Sabadell seguía a lo suyo: mover el balón en búsqueda de espacios al tiempo que trataba de cansar a su rival. Y en uno de esos eternos ataques estuvo a punto de desnivelar la balanza David Astals con un disparo desde la frontal del área que repelió Contreras en estático a lo Mazinger Z: puños fuera.

Poco después, una contra permitió a Dailos avanzar con la pelota por la izquierda. Entre que no hallaba una línea de pase y que nadie le encimaba, optó por el disparo exterior y este no se fue muy lejos, pero se marchó fuera.

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El problema para los locales estaba siendo el hecho de no encontrar –o, mejor dicho, buscar– a Terán, su mejor hombre, lo que debilitaba sus contras. De hecho, cuando lo hallaron llegó la mejor oportunidad de todo el primer acto. Fue en el minuto 43, cuando Ortiz le envió el balón el largo al sevillano, que acabó zafándose de dos rivales y poniendo el esférico en bandeja a Omar en el punto de penalti, pero el disparo de este lo sacó un defensa cuando llevaba marchamo de gol. Acto seguido, el de Coria volvió a hacer de las suyas, zigzagueando en paralelo por la frontal del área hasta lanzar un chut que atrapó el portero.

Tranquilidad
Todo eso ocurrió mientras el cuadro visitante seguía sin ser capaz de romper su entramado defensivo. Es más, el guardameta de los de Vila no volvió a intervenir el resto de un primer tiempo que terminó con el mismo marcador del principio.

El partido se reanudó con cambio de decorado. En los primeros minutos, el conjunto de Alberto Gallego pasó de dominado a dominador. Con Terán ya en calor, el partido era otro. El atacante volvió a ser el arma que a punto estuvo de desnivelar la balanza. Poco después de que Omar probara fortuna con un disparo a bote pronto, el atacante firmó una jugada marca de la casa. Pisó la pelota entre dos adversarios, amagó con pasarla y lo que hizo fue preparársela para lanzar un disparo colocado al segundo palo que Leal desbarató con una palomita de foto.

El duelo se fue equilibrando con el paso de los minutos. Las defensas se imponían a los ataques y las ocasiones de peligro no existían. Eso sí, los jugadores lo daban todo en el terreno de juego y el mérito de los rojillos era tutear a una escuadra que milita dos categorías por encima, en la Segunda División del fútbol profesional. Casi nada.

Sin embargo, cuando el encuentro parecía abocado a la prórroga, una acción de esas que muy pocas veces se ve en el fútbol como es un gol olímpico acabó brindando el pase al Sabadell. Néstor Querol, que llevaba 20 minutos en el campo, sorprendió a Marcos por el segundo palo. Increíble, pero cierto.

Alberto Gallego, poco después de que Stoichkov perdonara la sentencia en un cabezazo a placer, decidió dar entrada a un segundo punta a costa de Terán, el mejor del choque. Sin embargo, el Cedé no fue capaz de generar ninguna ocasión de juego directo salvo un gol anulado a Simeone por fuera de juego. Es más, antes, Stoichkov ya había puesto la puntilla en el descuento a un CD Ibiza combativo y que salió de Can Misses con la cabeza bien alta, pero con el sueño roto de enfrentarse a un ‘Primera’ este curso.