Castel presiona a un jugador del Villarreal B. | DANIEL ESPINOSA

La UD Ibiza cerró una primera vuelta para enmarcar. El equipo celeste sigue de dulce en la competición doméstica tras derrotar ayer al Villarreal B por 2-0, del que se distancia en nueve puntos, y se plantó en el ecuador de la fase regular con un balance de siete victorias, dos empates, ninguna derrota, 14 goles a favor y solamente uno en contra. Casi nada.

Juan Carlos Carcedo dio continuidad prácticamente al mismo once que superó el martes al Celta de Vigo en la segunda ronda de la Copa del Rey. Solamente introdujo un cambio con respecto a aquella alineación. Fran Grima se cayó de la convocatoria y Sibo ocupó su sitio en el equipo titular, lo que supuso una reubicación de piezas. Kike López retrasó su posición de extremo a lateral derecho y Javi Pérez pasó a la media punta para que el ghanés se situara de mediocentro junto a Manu Molina.

El encuentro no pudo empezar mejor para los intereses de los unionistas. En su primera llegada de peligro, Sergio Castel, quién si no, se encargó de romper el cerocerismo. El delantero remató a placer un pase lateral de Davo, quien había llegado hasta la línea de fondo tras un pase mágico de Kike López en profundidad por el costado derecho.

El acoso de los ibicencos continuó acto seguido, pero sin que la pelota encontrase camino hacia la portería. Primero, un lanzamiento de Kike López se estrelló en Castel, su propio compañero. Luego, Javi Pérez vio cómo, tras recortar al defensa en el área, otro zaguero desbarataba su oportunidad de gol. También hubo lugar a la polémica, pues Castel reclamó un posible penalti en el minuto 21

Del submarino amarillo no había noticias en ataque. Una internada sin éxito de Hassan por la derecha y un disparo de Tasende desde fuera del área que atajó sin problemas Germán fueron sus únicas acciones de ataque en una primera mitad que se cerró con un disparo de Javi Pérez desde la frontal que rechazó un defensa.

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Miguel Ángel Jurado, entrenador visitante, no estaba muy contento con lo que estaba viendo e introdujo un doble cambio de inicio en la segunda mitad. Narro y Fores entraron por Hassan y Ahn. Con todo, estuvo a punto de llegar el segundo a los cuatro minutos de la reanudación. Javi Pérez dejó completamente solo a Davo, que enfiló el camino hacia la portería y chutó a los puños del portero con todo a favor.

Javi Lara también tuvo en sus botas poner tierra de por medio en el minuto 55. El cordobés recuperó el balón casi en el vértice del área y se fue acercando a la media luna para disponer de mejor ángulo. Cuando ya lo tenía, chutó de rosca, pero el esférico se marchó fuera.

Pasado el primer cuarto de hora, el Villarreal B mejoró su imagen notablemente y pasó a dominar el partido. Menos mal que Germán, en plena forma, realizó dos intervenciones de mérito, primero ante Millán y, después, frente a Lozano.

Los amarillos estaban rondando el área local más de lo habitual. Carcedo había tratado de frenar este empuje con la entrada de Ekain y Pardo. El primero entró por Sibo y desplazó a Javi Pérez a la medular, mientras que el segundo sustituyó a Javi Lara y se puso de mediocentro. Sin embargo, el Villarreal B continuaba dominando la situación y Lozano perdonó otra ocasión con un disparo desde fuera del área que se marchó por encima del larguero.

En la recta final, Rodado y Josh dieron frescura al ataque unionista. Entraron por Castel y Davo, y los suyos lo agradecieron. El ‘nueve’ pudo sentenciar la contienda en el minuto 84, cuando Ekain fue objeto de penalti por parte de Copete. Sin embargo, el guardameta despejó su zapatazo. Con todo, el mallorquín no tardó en resarcirse de su error. Tres minutos después, el delantero estrenó su casillero de goles en liga tras aprovechar un error defensivo, driblar al portero y marcar de disparo raso.

De esta forma, el equipo de Juan Carlos Carcedo sumó los tres primeros puntos puestos en juego este año y pone tierra de por medio con respecto al tercer clasificado. Los pitiusos no han acusado el parón navideño y en 2021, para ellos, todo sigue igual, con la ambición y el hambre de ganar por bandera.