Instante en que el central peñista Pau Pomar remata de cabeza para empatar el partido. | Marcelo Sastre

La Peña Deportiva se tuvo que conformar con un empate ante un rival directo como el Valencia Mestalla (1-1). El equipo peñista se marchó del terreno de juego con un sabor agridulce. Lo bueno es que evitó la derrota gracias a un gol de Pau Pomar en el minuto 88. Lo malo es que jugó la última media hora en superioridad numérica, con 0-0 en el marcador, y no supo aprovecharlo para dar un golpe sobre la mesa. Además, este resultado le mete en la zona roja de la tabla, en los de la pelea por salvar el descenso a Tercera o jugar en Segunda RFEF.
Los de la Villa del Río saltaron mejor al terreno de juego, con más hambre que su rival por los tres puntos. Fruto de su insistencia llegó la primera gran ocasión del encuentro a los 13 minutos. Cruz tuvo tiempo para acomodar el balón en el área y chutó al palo corto, donde el portero apareció para desviarlo a córner.

Los valencianistas no encontraban la forma de hacer daño al cuadro de Raúl Casañ y García tuvo que probar fortuna con un disparo desde la frontal del área que se marchó alto a la media hora de juego. Poco después, Emaná buscó la sorpresa con un inesperado y lejanísimo disparo desde unos 35 metros que superó a Seral pero se marchó fuera junto al palo por poco. Habría sido, sin duda, el gol de la jornada.
Aunque la Peña Deportiva era la que controlaba el esférico, lo cierto es que no puso más a prueba al meta Etxebarria. Tampoco lo hizo el filial del Valencia, que, eso sí, metió el susto en el cuerpo de los locales al filo del descanso en un disparo de Adri Gómez en el interior del área que abortó con el cuerpo Pau Pomar.
Tras el descanso, los primeros veinte minutos no fueron precisamente brillantes. El partido era una batalla física de la que ninguno salía vencedor. Todo cambió en el 65, cuando Hugo vio la tarjeta roja por una entrada a destiempo sobre Andrada.
Parecía que se ponían las cosas de cara para los de Raúl Casañ, pero cinco minutos después llegaron los problemas. El árbitro señaló un polémico penalti de Andreu –dio la impresión que la acción se había producido fuera del área, aunque era muy difícil de ver– y José David adelantó a los visitantes.

Quedaban 20 minutos por delante y tocaba tirar de épica. Cuando el partido agonizaba, Pau Pomar cabeceó a la red un centro de Crespo desde la banda izquierda. La Peña, que incluso después vio cómo Gilbert remataba fuera a placer y perdonaba el gol de la victoria, se salvaba así sobre la bocina.