Marc Cardona, tratado por la fisioterapeuta Ana López antes del duelo CB Pitiús-Arjonilla, el pasado mes de octubre.

La recuperación de Marc Cardona, uno de los mejores jugadores de bádminton de la isla y de los más prometedores del panorama nacional, se ha complicado. Y es que su lesión es más grave de lo que parecía, tanto que incluso su carrera deportiva podría llegar a su fin.

Cuando los primeros diagnósticos indicaban que se trataba de problemas de menisco, la operación a la que se sometió hace un par de sábados descubrió que tiene el cartílago muy dañado y, de hecho, va a seguir rompiéndose. Así las cosas, ya no se trata de pensar en una fecha de reaparición, sino incluso de plantearse la continuidad en el bádminton de alto nivel.

El deportista pitiuso tendrá hoy una reunión con un equipo formado por doctores, fisioterapeutas y su preparador físico para evaluar su situación y tomar decisiones. Y es que lo que en principio parecía una mera lesión de menisco ha desembocado en un problema más grave.

En julio del año pasado comenzó la pesadilla del integrante del Club Bádminton Ibiza, que habita en la Residencia Joaquín Blume de Madrid y se ejercita en el centro de alto rendimiento de la capital. Se le fue la rodilla en un desplazamiento al rectificado y, desde entonces, no se ha recuperado.

En la resonancia se pudo comprobar que tenía el cuerno del menisco externo roto. «Los doctores me dijeron que era una lesión que me podía permitir jugar y que, con lo joven que soy, era mejor evitar una operación», explicó Cardona. Por eso, se decidió fortalecer la zona mediante entrenamientos específicos, lo que debería haberle devuelto a las pistas en un par de meses.

Reapareció oficialmente el 10 de octubre del año pasado en el partido del Top 8 entre su equipo y el Arjonilla. Disputó el enfrentamiento de dobles masculino junto a Vicent Martínez, que se saldó con victoria por 2-1 (16-21, 21-11 y 21-16).

El problema es que seguía con la rodilla inflamada y se tuvo que realizar otra resonancia, en la que se apreció también que el cuerpo del menisco estaba roto. El proceso de recuperación no varió hasta que un día se dio un giro a todo. «Al tiempo, noté que tenía algo malo en la rodilla, un pellizco, y que se movía algo por dentro. Fui a la doctora y me dijo que en la ecografía no se veía nada mal. Igualmente, decidimos que llevábamos mucho tiempo así y se decidió hacer una artroscopia y operar. En medio de la operación, vieron que el cartílago estaba roto, muy laminado, en grado cuatro», explicó el jugador.

El ibicenco es consciente de que se trata de «una lesión grave». «El doctor me explicó que el cartílago estaba dañado y se iba a seguir rompiendo. Pensé: ‘Vale, hasta aquí he llegado, porque habrá un momento que se romperá del todo’. Esa tarde, me dio un bajonazo y fue un día bastante duro. Pensaba que no iba a poder volver a jugar y se había acabado una etapa aquí en el CAR, en el bádminton de alto nivel», lamentó el volantista.

El del Club Bádminton Pitiús no tiene claro su futuro y hoy tendrá una reunión que podría ser crucial para resolverlo: «Esto es un centro de alto rendimiento. Si no estoy al cien por cien, no creo que tenga que segur aquí ni sé si me querrán tener aquí. Todo dependerá de lo que digan los doctores y el equipo, así como de las soluciones que haya. Tengo que reflexionar porque es una lesión grave y me va a afectar en el futuro. Seguir al nivel de ahora es quitar años de calidad a la rodilla cuando sea mayor».