Sonriente. Ángel Rodado no pierde la sonrisa. Pese a no llevar los números del pasado curso, el ariete trabaja duro y sigue siendo un crack.

Ángel Rodado (Palma, 07-03-1997), jugador de la UD Ibiza, apunta a la titularidad contra el Alcoyano. El pichichi celeste de la temporada pasada buscará su tercer gol del mes y de la temporada ante el Alcoyano. El delantero reconoce que se juega con más tensión cuando un ariete no ve puerta y considera que dar el salto de categoría no son palabras mayores.

—Están haciendo una temporada brutal, tanto que en liga aún no han perdido. ¿Ve usted a la UD Ibiza capacitada para acabar invicta la primera fase?
—Bueno, a ver, eso es difícil porque, al final, son muchos partidos. Lo que tenemos que hacer es centrarnos en el partido del domingo, intentar sacar los tres puntos y no darle vueltas a eso. Nuestro objetivo no es quedar invictos, sino trabajar bien semana a semana como lo estamos haciendo. Creo que así nos está funcionando todo.

—¿Qué diferencias nota entre este equipo y el anterior y en qué medida ha afectado el cambio de entrenador?
—Creo que hemos cambiado un poco la forma de jugar y hay mucha calidad en el equipo. El año pasado también la había, pero igual se ha dado ahora un pequeño salto. El club ha hecho un esfuerzo para configurar un equipo muy bueno y traer a un entrenador muy capacitado, que entiende mucho de fútbol. Creo que se ha formado un grupo muy, muy bueno. Remamos todos para el mismo sitio y así se está demostrando.

—El partido de Copa no queda lejos. Esta semana se jugó la siguiente ronda, en la que ustedes no pudieron estar tras su polémica eliminación. ¿Qué sensación le ha dado ver ahí al Athletic y no a la UD Ibiza?
—Es una cosa que no he me he parado a pensar porque ya ha sucedido. Ya no podemos cambiar nada y tenemos que mirar adelante, a los partidos que nos tocan a nosotros, que son los que de verdad nos sirven. No podemos estar estancados en partidos pasados, sino levantarnos lo más rápido posible como hicimos el domingo, que conseguimos una victoria que dio mucha alegría a todo el equipo. A partir de ahí, a seguir concentrados para afrontar lo que viene.

—¿Pero sigue escociendo lo que sucedió en ese partido?
—Yo, sinceramente, intento no pensar mucho en eso, porque, aunque es verdad que lo que sucedió es difícil de asimilar, al final son golpes que el fútbol de da. Lo bonito del fútbol es que, a los días, tienes una pequeña revancha, aunque no sea contra el mismo equipo.

—Cómo es el fútbol. Perdieron el jueves de la semana pasada en el descuento y, tres días después, ganan en el descuento. Es como si el fútbol les devolviera algo.
—Al final, eso es el fútbol. Es su parte bonita y su parte fea. Cuando se decanta a tu favor, es muy bonito; cuando pasa en contra, es cruel.

—Ahora viene el Alcoyano, que también ha dejado huella en Copa. ¿Les viene bien que hayan jugado este jueves y lleguen posiblemente más cansados?
—Nosotros, el domingo, acusamos el cansancio de jugadores que disputaron más minutos en Copa. Entonces, imagino que ellos no serán diferentes en este sentido. Lo acusarán igual que todos lo acusan.

—Salvo que una decisión técnica lo decida, usted es el único ‘nueve’ disponible ahora mismo por la sanción de Castel y la teoría es que va a salir de inicio este domingo. ¿Qué supone para usted poder salir de inicio?
—El domingo, el míster ya me dio la oportunidad de salir de titular y creo que hasta el día del partido no sabremos quién jugará. Yo estoy aquí preparado para todo. Lo que el míster decida es por el bien de la plantilla. Hace lo que cree que es mejor. Obviamente, me gustaría jugar de titular, pero no es algo que tenga que obsesionarme. Al final, somos un equipo. Tenemos que remar todos para el mismo sitio.

—Dudar de sus condiciones sería un pecado. Aquí ha demostrado su potencia, calidad, capacidad de regate y gol, aunque esta temporada se está resistiendo esto último un poco. Por eso, ¿tiene la sensación de que el partido del domingo es un examen para usted?
—Bueno, yo no lo veo como un examen. Yo llevo aquí ya dos años y medio, en los que todo el mundo ha visto lo que soy capaz de hacer. Sí es verdad que estos dos próximos partidos podría disfrutar de más minutos. Si es así, intentaré devolver, sobre todo a la afición, mi mejor versión en el campo para ayudar al equipo.

—Retomando sus palabras, ¿considera entonces que no está dando su mejor versión?
—Me refiero a que, como futbolista, los domingos no estoy teniendo el acierto o la suerte de la temporada anterior. A eso me refiero. Yo estoy trabajando bien, como todos mis compañeros, y, sinceramente, creo que tenemos muy buen equipo.

—El curso pasado se salió. Fue, sin duda, el mejor. Comienza esta temporada de titular por méritos propios, pero la pelota se resiste a entrar y Castel aprovecha la oportunidad que le dan. ¿Cómo vive usted esos momentos?
—Son momentos en los que no queda otra que seguir trabajando. Yo siempre me alegro cuando marca un compañero. No tiene nada que ver la posición, porque es a beneficio del equipo y cada uno tiene que mirarse a sí mismo para mejorar, no mirar a los demás. Sabes que la buena actuación de un compañero te lo va a poner más difícil, pero es bueno que haya competitividad siempre que sea sana.

—Se estrenó como goleador esta temporada ante un equipo de Primera como el Celta de Vigo en Copa este mes. Así da gusto, ¿no?
—Da gusto y no da gusto, porque ya habían pasado bastantes partidos. Mejor que fuese contra el Celta que no al siguiente partido o al de después. Es verdad que siempre te gusta meter goles pronto, pero era un partido especial y gusta marcar en él.

—¿Marcar tras tanto tiempo fue como una liberación?
—La verdad es que sí, porque, al final, estás pasando un momento en el que no tienes el acierto que te gustaría tener y para un delantero eso es muy importante.

—Pocos días después, también le marcó al Villarreal B. Lleva dos goles este mes. ¿Le ayuda eso a nivel de confianza?
—El delantero, cuando empieza a meter goles, por arte de magia parece que empieza a jugar mejor. La confianza en el campo se nota mucho. No es lo mismo cuando llevas un par de meses sin que entre el balón. Igual juegas más cohibido. Cuando la dichosa pelotita entra, parece que estás más suelto y menos tenso en el campo. Siempre creo que es mejor jugar relajado que tenso.

—Y este fin de semana, a por el tercer gol del curso.
—Ojalá. Es algo con lo que no hay que obsesionarse. Lo más importante siempre es que el equipo consiga los tres puntos, sobre todo jugando en casa, pero, si se puede conseguir un gol y ayuda al equipo, espero marcar.

—¿Cuál cree que está siendo la fórmula del éxito de la UD Ibiza?
—Yo creo que es el plan de buscar siempre la victoria. Es una cosa que disfruto. Da igual que juegues fuera o en casa, que estés empatando o no, que estés jugando contra el Athletic… Al equipo le da igual el rival porque quiere ganar. Se ha visto en partidos fuera de casa en los que puedes pensar que un punto es bueno y equipo, en vez de darlo por bueno, va a por el partido. Si luego, en una contra, te marcan, pues bueno, pero, al final, si podemos hacer más puntos así, mejor.

—¿Ve al equipo en Segunda o son palabras mayores?
—No creo que sean palabras mayores, pero queda mucho tiempo. Quedan varios meses para definirse eso y nosotros tenemos que centrarnos en acabar la primera fase de la mejor manera posible para afrontar luego la segunda, que es la que nos llevaría a jugar el playoff.