Sergi Escandell posa para Periódico de Ibiza y Formentera a su llegada a la pitiusa sur, ayer por la mañana.

Sergi Escandell (Formentera, 12-10-1991) regresó ayer a la pitiusa sur tras firmar una magnífica octava posición en el Campeonato de Europa de la clase RS:X, en Vilamoura (Portugal). El formenterense fue el mejor español de la cita continental por delante de Ángel Granda, noveno, y su paisano Mateo Sanz, décimo. Existen posibilidades de que sea elegido por parte de la federación nacional para representar a España en los Juegos Olímpicos, pero, por ahora, toca esperar.

—¿Con qué sensaciones ha puesto fin al Europeo?
—He finalizado octavo y estoy contento. Realmente, mi objetivo era entrar en la Medal Race y hacerlo lo mejor posible. En ese aspecto, lo he cumplido.

—¿Qué nota se pondría?
—No me doy como nota un diez, porque mayoritariamente han hecho mis condiciones y creo que, con ellas, estoy preparado para hacer regatas dentro del top tres e incluso ganando alguna, pero eso no lo he conseguido. Mi mejor puesto ha sido un cuarto. He hecho también un quinto y un sexto, pero no he conseguido estar primero, segundo o tercero. Por tanto, no puedo ponerme una nota excelente. Al final, en la posición general podría haber acabado muchísimo más arriba.

—Parece que está caro el podio continental, ¿no?
—El podio es muy difícil, pero a lo mejor podría haber estado por ahí cerca, más bien en el top cinco que en el top diez. No es que me haya ido de forma excelente, pero ha sido un buen campeonato y estoy muy contento por haber cumplido mi objetivo.

—Con todo, accedió a la Medal Race y acabó siendo el mejor español. ¿Lo esperaba?
—Cuando llegó la Medal Race vi que podía escalar hasta la sexta posición y eso podría suponer ser el mejor español, así que lo intenté. No pudo ser hasta la sexta. Quedé octavo y sólo pude escalar una posición, que casualmente fue la del otro español que iba por delante de mí.

—La Medal Race precisamente fue la que le brindó el salto para acabar siendo el mejor representante de España. ¿Manejó bien la presión?
—La verdad es que sí manejé bien la presión. Tenía mucha, pero creo que es una cosa que también se trabaja cuando estás a alto nivel. La manejé bien hasta el último momento y estoy contento con ello.

—Era el último de los tres campeonatos selectivos para Tokio. ¿Se ve con posibilidades de estar en ellos?
—No puedo contestar a esta pregunta porque no es algo que dependa de mí.

—¿Qué valoración global hace de los campeonatos selectivos?
—Fueron tres. En el Mundial de 2020, en Australia, me encontraba increíble. Estaba muy bien físicamente y bien anímicamente, igual que en este Europeo, pero no fue mi campeonato. Tuve mala suerte o fallé, pero para nada me fue bien ese Mundial comparado con este Europeo con las mismas condiciones. También fallé en el Europeo del año pasado, pero allí no estaba bien físicamente. Tenía una pequeña lesión en el hombro y poco físico pude hacer antes del Europeo, pero no es excusa. Este Europeo sí me ha salido bien. Podía haberlo hecho mejor, pero estoy contento.

—¿Considera que está posiblemente en su mejor momento de forma?
—No lo sé. Estoy en un muy buen momento, pero no sé si el mejor. Espero que no sea el mejor y que pueda estar siempre mucho mejor (risas).

—¿Qué competiciones y objetivos tiene por delante ahora?
—No lo sé. Ahora mismo, estoy disfrutando de este momento, del buen Europeo que he hecho.

—Es esta cita continental ha acabado por delante de Mateo Sanz. ¿Cómo ha sido ese pique entre formenterenses?
—No hay pique (risas). Para nada mi objetivo es ganar a Mateo, sino competir conmigo mismo e intentar hacerlo lo mejor que sé.

—Él ya tiene sitio en los Juegos. ¿Se ha parado a pensar lo que supondría para Formentera la posibilidad de tener dos representantes olímpicos este año?
—No me he parado a pensar eso. Ahora mismo, no pienso mucho en estas cosas.