El futbolista salmantino en la urbanización donde se ha alojado estas dos temporadas. | Marcelo Sastre

Kike López (Salamanca, 1988) ha puesto fin a su etapa como jugador de la UD Ibiza. Su contrato expiraba esta temporada y el club se despidió de él a través de las redes sociales. «Gracias, Kike, por tu profesionalidad, trabajo duro y sacrificio durante tu estancia con nosotros. Siempre serás uno de los nuestros», indicó la entidad celeste. El salmantino comentó que se lo veía venir, pero que tenía la esperanza de poder continuar. El polivalente exfutbolista celeste, muy querido por la afición, está convencido de que el proyecto irá a más y que el club hará «un equipo potente» para su debut en Segunda División A.

—¿Cómo ha recibido la noticia?
—Fernando Soriano, cuando acaba la temporada, se reúne con nosotros un rato para hablar, ver cómo ha ido la temporada y si continuamos o no. Bueno, yo tenía ganas de saber lo que iba a pasar y esta mañana –ayer para el lector– decidí ir a hablar con él y me lo comunicó. Un poquito, entre comillas, lo intuía. Muy de sorpresa no me ha pillado, pero siempre te queda la esperanza de haber podido renovar y haber podido seguir con el equipo en Segunda A.

—¿Cómo ha encajado la el golpe?
—Me pilló con el cuerpo encogido para recibirlo. Es duro porque he sido importante durante toda la temporada. He tenido prácticamente todos los minutos. He sumado y me considero un chico que ha sumado en el reto de subir a Segunda A. Ahora, mente vacía y nuevos retos vendrán por delante. Espero que sean muy bonitos. Sólo quiero desconectar y descansar. Ha sido un año de mucha tensión y espero que lo que venga sea bonito.

—Afirma que tenía esperanza en seguir aquí.
—Sí, sobre todo por el playoff que hice. Creo que lo hice bien. Siempre te queda esa cosita de poder renovar con el equipo. Intuía que no por el hecho de que no nos habíamos puesto en contacto para hablar de nada. Es lo que hay. Estoy tranquilo y muy orgulloso de lo que he conseguido con mis compañeros para la isla y ese es el recuerdo más bonito que me voy a llevar de aquí.

—¿Por dónde pasa su futuro?
—No lo sé. Llevamos unas cuantas horas desde que se ha producido la noticia de que no voy a seguir con la Udé y, a partir de ahora, quiero desconectar unos días. La agencia de representación a ver qué opciones tiene y miraré siempre el reto deportivo más bonito que pueda encontrar.

—Lo que está claro es que no le faltarán novias después de la gran temporada que ha hecho tanto usted como el equipo.
—Sí, ojalá me sirva la gran campaña que he hecho para conseguir un buen destino y un reto importante. A mí me gustan los retos más fuertes que puedan haber. La UD Ibiza era uno de ellos. Ha sido precioso poder celebrar el ascenso con los compañeros y la afición. Ese recuerdo va a ser imborrable.

Noticias relacionadas

—Con esta noticia, le ha debido durar poco la alegría del ascenso. No sé si tiene una mezcla de sensaciones entre alegría y tristeza.
—Sigo estando feliz. Se lo decía antes a mis familiares y amigos. Tengo una sensación de tranquilidad, de haber hecho las cosas bien y estoy muy contento. Tenía una espinita clavada con el playoff y me la he quitado de encima. Para mí es algo muy grande. Ahora mismo no estoy triste. Eso es fútbol y los que vivimos de esto sabemos qué puede pasar. Yo me quedo con lo bueno, porque es lo que me hace feliz.

—¿Cómo describiría estas dos temporadas en Ibiza?
—Muy intensas. Han sido dos años complicados con el tema de la pandemia, pero bonitos. Al final, el Ibiza no estaba acostumbrado a vivir fechas importantes y hemos recibido a todo un Barcelona, le hemos ganado al Celta y hemos subido a Segunda. Se han vivido días mágicos en Can Misses y el colofón fue lo de Badajoz. Estoy convencido de que aquí quedan muchos días bonitos de fútbol. Con la estructura que tiene el club, cómo trabaja y su músculo económico, este Ibiza irá para arriba.

—¿Con qué momento se queda de todos los comentados?
—Con el ascenso. Es muy bonito ganarle al Celta y meterle cinco. También lo es enfrentarte al Barcelona. Todo eso es muy bonito, pero un ascenso conlleva una alegría no sólo personal, sino colectiva a nivel de familia, afición, club… Es el momento más bonito que he vivido sin lugar a dudas.

—¿Se imaginaba cuando llegó que realmente podía producirse este salto a Segunda?
—Sí, por eso vine. El Ibiza ha apostado siempre fuerte por sus jugadores y retos. Es un club muy ambicioso y sabía que venía aquí para intentar hacer algo muy grande. Siempre que he estado en Segunda B he pertenecido a equipos con aspiraciones máximas.

—¿Cómo ha vivido esa evolución de número de seguidores del equipo desde que llegó hasta ahora?
—Es verdad que el primer partido que jugué había mil o mil y pico personas solamente. Luego, se fue sumando muchísima gente a raíz de lo del Barcelona. Con la pandemia, volvimos a ir para atrás. Ojalá el año que viene esté todo el mundo vacunado y se abran las puertas de los estadios a más gente. El Ibiza tendrá muchos abonados y mucha gente en cada partido.

—¿Tiene techo esta UD Ibiza o subir a Primera es algo ya demasiado complicado?
—Es muy difícil. La Segunda División es una categoría muy complicada, pero creo que el Ibiza está preparado para competir en Segunda muy bien contra los mejores. Tiene una estructura muy grande. A Can Misses le van a dar un lavado de cara que va a quedar muy bonito. El club tiene músculo económico para hacer grandes fichajes y creo que va a armar un equipo muy potente para intentar hacer cosas grandes en Segunda.