Jonás Souto, ayer durante el torneo. | T. S. V.

Jonás Souto firmó un brillante decimoséptimo puesto en el Campeonato del Mundo de bola-9. El del Club Billar Eivissa Ilusions Pool se despidió a última hora de ayer del torneo al caer en dieciseisavos de final.

En un torneo con los 128 mejores del panorama internacional, el billarista ibicenco dejó huella. El pitiuso se lució en el Marshal Arena de Milton Keynes (Inglaterra), donde se erigió en el participante más joven en llegar a los últimos 32 clasificados.

El declarado mejor deportista de la isla en la última gala de los Premis de l’Esport no quiso pasar de puntillas por su debut en un Mundial absoluto. Comenzó a lo grande, con una victoria por 9-3 contra el polaco Karol Skowerski, triple campeón continental (una individual y dos por equipos). Le endosó un parcial 9-0 tras comenzar 0-3 abajo. Impresionante.

El actual campeón mundial sub-19 de la modalidad necesitaba un triunfo más en su grupo, bajo el sistema de doble KO, para superar el primer corte y mantenerse entre los 64 supervivientes. Tuvo la oportunidad contra el estadounidense Hunter Lombardo, pero un error con 7-6 en el marcador le condujo a una derrota por 9-6.

Aún le quedaba una bala en la recámara. Se tuvo que jugar la clasificación a vida o muerte contra el checo Petr Urban. Jonás Souto no perdonó. Con un 9-5 sacó billete para el día siguiente.

El sorteo le emparejó con el japonés Masato Yashioka. Fue una batalla de titanes, un partido no apto para cardíacos que desembocó en un ‘hill to hill’ después de que el ibicenco hubiera estado contra las cuerdas. Con 7-9, pidió un tiempo muerto y reaccionó con tres partidas seguidas para ponerse a tiro de uno (10-9), pero el asiático niveló el marcador. En el último juego, el ibicenco jugó mejor sus cartas y se metió el pase en el bolsillo.

En el último enfrentamiento del día, Souto no se encontró consigo mismo. Rayó lejos de su nivel habitual y eso, en un Mundial, eso se paga. Falló más bolas que en todo lo que llevaba de torneo ante el polaco Thomas Kaplan, múltiples veces medallista europeo, que se impuso por 5-11.

El del Club Billar Eivissa Ilusions Pool cerró así su primer Mundial absoluto situándose entre los mejores. Ya ha llamado a la puerta y su nombre ya está en oídos de todos.