El de la Peña Deportiva está tranquilo, centrado en su entrenamiento y tiene claro que sería un éxito conseguir un diploma olímpico. «Creo que lo puedo hacer. Si no, no lo diría», apuntó el ibicenco.
«Me encuentro muy bien. Tengo muchas ganas e ilusión por correr en Tokio y voy con la idea de darlo todo. Mi entrenador [José María Quintana] está convencido de que lo estamos haciendo bien, así que hay opciones», aseguró.
Respecto al trabajo de adaptación a las condiciones climatológicas de Tokio (calor y alta humedad), el atleta cuenta que parte de su entrenamiento se realiza en una habitación, corriendo sobre una cinta, donde se imita la temperatura de la competición. «Al principio, a mi cuerpo le costó bastante adaptarse a estas condiciones, pero ahora noto que se ha acostumbrado», comentó el marchador al respecto.
Marc Tur vuela mañana y, junto al resto de sus compañeros, pasará una noche en la Villa Olímpica después de realizarse una PCR. Al día siguiente, la expedición partirá rumbo a Sapporo, donde competirán y tienen absolutamente prohibido salir del hotel y de la zona de entrenamiento para evitar cualquier tipo de contagio de covid.
Su familia le apoyará desde Ibiza. «Están muy ilusionados con mi participación en los Juegos. Es una pena que no puedan acompañarme desde las gradas. Ellos ya habían comprado los billetes para Tokio’20. Al final, la pandemia retrasó los Juegos y, en esta ocasión, no se permite que los familiares acudan a las pruebas», explicó. Pero no sólo su familia estará pendiente de la actuación de Tur. Toda la isla apoyará a la única representación ibicenca en Tokio’21.
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