Toni Moreras, a la izquierda, a la llegada a una reunión con el Ayuntamiento. | D.E.

Todo lo que rodea al convenio de Can Misses está alcanzando un punto en el que se están perdiendo las formas y reina el sinsentido. Ayer, desde el Patronato de Deportes dieron un nuevo paso en falso, un nuevo gesto desafortunado que lejos de encauzar las aguas, las sigue removiendo. La institución tenía programada una reunión con el CD Ibiza para evaluar la situación de Can Misses III de cara al inicio liguero, programado para la primera semana de septiembre. A la misma, por parte del Cedé se presentaron el director deportivo, Sergio Tortosa, y el vicepresidente Antonio Marí Moreras. La sorpresa fue que desde el Patronato impidieron la entrada a dicha reunión a Toni Moreras, un gesto que indignó y mucho al vicepresidente y al propio club.

Desde el Patronato alegaron que no permitían la entrada del vicepresidente del club porque solo recibirían al portavoz, Sergio Tortosa. Tras unos minutos de desencuentro, que lejos de mejorar las relaciones entre las dos instituciones, las estropean aún más, Moreras decidió esperar fuera.

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Menos asientos
En cuanto a la reunión, que estuvo presidida por el gerente del Patronato, José Antonio Boned, desde Vila comunicaron al CD Ibiza que el campo finalmente no tendrá los 1.140 asientos que estaban previstos y se quedarán en una cifra entre los 500 y los 600. El motivo es la falta de presupuesto, según explicaron.

Otro aspecto que preocupa y mucho en el club rojillo es la ausencia de vestuarios. Desde el Patronato esperan que estos puedan llegar para el 23 de agosto. Del mismo modo, hay que habilitar una zona de prensa y mejorar otros aspectos necesarios para que el CD Ibiza pueda jugar sus partidos en dicho recinto.

Una vez que las obras estén terminadas, responsables de la Federación viajarán a Ibiza para evaluar y dar el visto bueno o la negativa a que se pueda jugar en dicho campo de fútbol partidos correspondientes a la Segunda RFEF.