Varios jugadores del CD Ibiza se ejercitan en Can Misses 2. | Marcelo Sastre

El CD Ibiza volvió ayer a los entrenamientos después de que la plantilla tuviera que pasar diez días confinada por casos de COVID-19. El equipo de Raúl Garrido se puso manos a la obra en Can Misses 2 para preparar el partido de este domingo contra el Formentera (Sant Francesc, 18.00 horas), correspondiente a la primera jornada de la nueva Segunda RFEF.

El regreso a la normalidad ha sido una alegría para el equipo. «Estamos con mucha ilusión después de diez días muy malos y duros, viendo que no podíamos estar juntos. El hecho de juntarnos hoy –ayer para el lector– es muy positivo», indicó Raúl Garrido, técnico rojillo, que recordó que esto permitirá «preparar el partido de la mejor manera posible en la semana previa al primer partido».

El técnico resaltó que, como es lógico, estos días de confinamiento han perjudicado la preparación del Cedé: «Afecta y no podemos ocultarlo, pero lo hemos llevado de muy buena manera y prefiero que nos pase ahora que no durante la competición o este jueves, lo que habría supuesto suspender el partido».

El hecho de empezar contra el Formentera es «una historia secundaria» dado que «el rival no lo elegimos nosotros». «Lo que queremos es empezar. El sorteo nos ha deparado este calendario y este rival, al que respetamos muchísimo. Tiene potencial y va a ser muy difícil sacar los tres puntos en su casa», expuso.

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Garrido no quiere hablar de objetivos en estos momentos. «Me cuesta hablar de eso. Lo más importante es el objetivo diario, que seamos conscientes de hasta dónde podemos llegar y potenciar nuestras virtudes. Debemos hacer un grupo potente, fuerte y unido. Eso irá marcando nuestro objetivo. Antes de empezar la competición, no puedo decir absolutamente nada. Hay que ser humildes. Somos nuevos en la categoría y estamos en un grupo muy difícil. Vamos a ir paso a paso y lo prioritario es hacer un equipo fuerte», comentó el míster.

Mercado

El preparador del CD Ibiza no descarta alguna incorporación antes del cierre del mercado: «El club siempre está abierto a una posible última incorporación, pero ahora mismo estoy contento con la plantilla que tengo. Si viniera una última incorporación, pues lo veríamos con buenos ojos, pero no puedo decir con seguridad si habrá alguna porque el mercado no es fácil».

Raúl Garrido no es ajeno a la problemática existente del ‘caso Can Misses’. En este sentido, afirmó que su deseo es «que se resuelva lo antes posible». «Pronto tenemos que jugar en casa y necesitamos entrenar en nuestro hábitat. Sólo quiero que se solucione, que es algo que beneficiaría a las tres partes implicadas. Deseo que se llegue a un acuerdo para que todo entre dentro de la normalidad y podamos desarrollar nuestro trabajo, por lo menos, con un mínimo de hábitos correctos», expresó.