El equipo español partía como uno de los aspirantes a las medallas, pero había otras selecciones mucho más favoritas. Entre ellas Italia, la gran favorita y con la que se vieron las caras en una final tremendamente igualada que se decidió en el desempate tras empatar a 58.
Pero para llegar a la final, el camino no fue sencillo. En la ronda clasificatoria, tras 432 flechas, pasaron a las eliminatorias como sextos clasificados. Eso les emparejó con los franceses (terceros) en cuartos de final. El combinado español superó al galo por un ajustado 60 a 59.
En semifinales, fue el turno de enfrentarse a los suecos, segundos cabeza de serie, a los que también derrotaron (59-56) para meterse en la final contra los grandes favoritos. Una Italia, que era la gran favorita al oro.
Tras conseguir este nuevo triunfo, Morillo no ocultaba su felicidad: «Estoy súper contento. Después de seis años sin salir a campeonatos internacionales, volver y conseguir un oro... Estoy muy contento. Este año decidí por tirar por esta modalidad de campo». «La temporada ha ido bastante bien y me había clasificado para el equipo internacional», explicó.
Sobre si contaba con conseguir este éxito, reconoció que no: «No esperábamos ser campeón. En el cuadro individual sabía que lo tenía muy complicado, pero en equipo había una ligera opción de medalla porque tengo compañeros de mucho nivel. Tenemos un equipo muy sólido. Hemos tirado muy bien todas las eliminatoria y hemos ganado en la final en el desempate. Ha sido muy apretado», señaló el arquero ibicenco.
El éxito de la competición por equipo no pudo ir acompañado de otra medalla en el cuadro individual. Aquí, Morillo finalizó en la decimonovena posición.
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