Va de segons. Bartomeu Marí, Miquel Bestard, Andreu Serra, Marga Portals y Guillermo Cuadra, en la sede de la FFIB, presentaron el nuevo protocolo de reanimación cardiopulmonar adaptado a la COVID.

La Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) está con los colegiados. El presidente Miquel Bestard expresó ayer «su total apoyo y la solidaridad de todo el fútbol balear» a la representación del colectivo arbitral que acudió a la reunión celebrada en la sede federativa para tratar los últimos hechos de violencia que han salpicado al balompié regional.

Miquel Bestard presidió el encuentro, que se prolongó durante más de dos horas y que contó con la presencia de Tomeu Riera Morro, presidente del Comité Balear de Árbitros; el director técnico Salvador Fornés, del abogado Llorenç Salvà y de Juan Antonio Lobón, como representantes de los árbitros. Durante la reunión, la FFIB se comprometió a ayudarles en la medida de sus posibilidades y a celebrar reuniones periódicas para tratar de encontrar una solución entre todos los estamentos que permita dotar de más seguridad al colectivo. De hecho, el próximo miércoles volverán a sentarse sobre la mesa para tratar de trasladar al papel las medidas que se puedan adoptar. Por cierto que en ningún momento se trató la posibilidad de una huelga de árbitros como medida de protesta.

En la presentación del nuevo protocolo de reanimación cardiopulmonar (RCP) adaptado a la normativa, en la sede de la FFIB, Miquel Bestard reiteró su «apoyo» al colectivo arbitral. «No es de recibo lo que pasó en el Collerense-Rotlet», refirió el dirigente, quien desea que «se impongan el orden, la disciplina y el señorío» en estas situaciones y recalca el papel «importante y necesario» de este colectivo, al que deja claro que «hay que agradecer el trabajo y esfuerzo que realiza para que pueda haber competiciones».

Por su parte, el colegiado internacional del Comité Balear, Guillermo Cuadra Fernández, también quiso trasladar «todo el apoyo y cariño a los árbitros que estaban allí, pero también a todos los chicos y chicas que realizan una función de ayuda, cuya pasión es el arbitraje y no tendrían que verse agredidos», esperando que, en este y todos los casos, «se identifique a los implicados y se tomen las medidas necesarias». Remarca Cuadra la «ilusión» del colectivo, que no les arrebatarán pese a estas situaciones complicadas, y felicita «a todos los árbitros por su labor», haciendo especial énfasis en los de base.