Ekain trata de zafarse de la marca de Anderson Arroyo en el partido del pasado domingo. | Marcelo Sastre

Ganar o ganar. No le queda otra a la UD Ibiza si no quiere que la crisis que se ha instalado ya en el primer equipo se agudice gravemente. El equipo celeste necesita obtener los tres puntos en Valladolid (José Zorrilla, 19.00 horas) para tomar algo de oxígeno y en una tabla clasificatoria en la que se encuentra en la zona baja.

Son tres las derrotas consecutivas sufridas por el conjunto unionista y todo lo que no sea sumar de tres mantendrían encendidas las alarmas. El 0-2 encajado contra el Mirandés en Can Misses, primer revés como local del curso, ha metido a la Udé en problemas, en una dinámica que nada tenía que ver con la anterior, cuando había permanecido siete jornadas seguidas invicto. Eso sí, también es cierto que la mayoría de esos resultados fueron empates y sumar de uno en uno continuamente no es la mejor manera de encaminarse a la permanencia. Por eso, toca levantar la cabeza y variar el rumbo cuanto antes.

Juan Carlos Carcedo, entrenador de la Udé, no tiene una papeleta fácil en el día de hoy. El rival no es precisamente una perita en dulce, aunque tampoco es insuperable ni mucho menos. De hecho, el Leganés fue superior a los blanquivioletas en la última jornada, pero pagó caro sus errores defensivos y desacierto de cara a puerta, lo que le condenó a una nueva derrota (0-2) y a caer a la zona de descenso.

Pero el principal problema del cuadro ibicenco no es el rival, sino su dinámica. El estado de ánimo no es el mejor porque tres derrotas seguidas no son fáciles de digerir. Tras un año prácticamente inmaculado en Segunda B (2020-21) y un comienzo esperanzador en el fútbol profesional esta temporada, todo se ha torcido en apenas tres semanas. Son las vueltas que da el fútbol.

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El míster tendrá que decidir si regresa a sus orígenes, ese equipo de más calidad que poderío físico, o si le da continuidad al once revolucionario que plantó contra los burgaleses el fin de semana, con la presencia de jugadores de mayor físico en la medular como Diop y Appin.

Lo más probable es que Manu Molina, suplente el domingo por primera vez en todo el curso, salga de inicio para llevar la batuta de la UD Ibiza. Lo demás es una incógnita salvo que Álex Gálvez no será de la partida. Según informó ayer el técnico celeste, sufre unas molestias físicas y no entra en la convocatoria.

Por su parte, el equipo vallisoletano contará con las bajas de los lesionados de larga duración, más la de Cristo González, que aún sigue recuperándose de un problema en los isquiotibiales.

Los entrenadores
Carcedo confesó ayer que quieren «recuperar la identidad de los primeros partidos de liga». «El equipo está fuerte. Creemos en una misma idea y estoy convencido de que vamos a hacer un buen partido», dijo. El técnico no ocultó que, tras tres derrotas, «las semanas son un poquito más largas» y que son sabedores de que toca «cambiar y empezar a puntuar», dijo Carcedo.

Pacheta, míster del Valladolid, destacó al equipo ibicenco: «El que no haya visto jugar al Ibiza, ha de verlo, porque tiene muchas variedades tácticas, cuenta con jugadores muy buenos, como Cifuentes o Herrera, por poner un ejemplo, buenos centrales, y laterales con experiencia. Además, es un equipo con mucha presencia en el área y muy alegre».