Las representantes de las instituciones y los patrocinadores, este viernes durante la presentación de la Vuelta a Ibiza MTB. | Irene Arango

Sant Antoni se vistió este viernes de gala para dar la bienvenida a los 1.000 participantes de la vigésima edición de la Vuelta a Ibiza MTB Scott. Un mes de octubre que pone su punto y final con la prueba deportiva de mayor participación en Ibiza, y que año tras año agota sus inscripciones en menos de dos horas.

[La presentación de la Vuelta a Ibiza MTB Scott, en imágenes.]

Juanjo Planells, máximo responsable de la cita, ejerció como anfitrión mostrando su agradecimiento a todos aquellos que han apoyado durante estos veinte años. Arropado por los deportistas, las principales autoridades de la isla y representantes de los principales patrocinadores, todos coincidieron en recalcar el escenario tan privilegiado que tiene la prueba y la atmósfera que se crea en Ibiza para la práctica del ciclismo.

Si algo ha quedado claro, una vez más, es que Aleix Espargaró, Marc Coma y Roberto Merhi no se pierden la Vuelta desde hace años. «Lo digo de corazón, es de las carreras más bonitas que existen», aseguró Espargaró. «Es estar como estar en casa», dijo Coma, mientras que Mehri deseó que no lloviese como en 2019: «La carrera ya es bastante duda, no hace falta que llueva».

Una de las parejas estrella de la Vuelta, que dará mucho que hablar, será la formada por Purito Rodríguez, considerado uno de los mejores ciclistas españoles de carretera con 45 victorias como profesional, y José Antonio Hermida, uno de los pioneros del MTB nacional, con un palmarés abrumador que incluye una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. «Hay muy pocas pruebas con 20 ediciones como la Vuelta, solo la copa del mundo que tiene 30 años y tan solo 10 años después os iniciasteis en esta aventura; y sobre todo lo bonito ha sido mantener este ambiente cálido, de amistad y este carácter tan afable durante tantos años», explicó Hermida, que no ocultó sus ganas de debutar en esta ronda.

Noticias relacionadas

También se dirigió al público el ciclista local, Enrique Morcillo, que deseó tener mejor suerte que en 2019, cuando tuvo varias averías que le alejaron de la lucha por la general. Eso sí, reconoció que llegaba falto de chispa después de haber participado en la Cape Epic.

La competición arrancará este sábado con una etapa contrarreloj de seis kilómetros que tendrá la salida en el puerto de Ibiza y que recorrerá Dalt Vila. Esta contrarreloj es una de las grandes novedades y uno de los sueños de la organización, que ven cumplidos en esta vigésima edición.

Por la tarde volverá la acción. Los ciclistas regresarán nuevamente al puerto de Ibiza para tomar la salida a las 16.00 horas con la primera etapa en línea. Los participantes tendrán que completar un recorrido de 40 kilómetros y 1.000 metros de desnivel camino de Sant Antoni. El alto del infierno y sa Capelleta serán las grandes dificultades del día.

Este domingo tendrá lugar la etapa más dura de esta edición. Con salida en Santa Eulària, los ciclistas se enfrentarán 76 kilómetros y 2.000 metros de desnivel por la zona norte de la isla, para terminar nuevamente en Sant Antoni.