Imagen de una disputa del balón en un lance del partido. | Marcelo Sastre

La UD Ibiza cedió el domingo su segunda derrota consecutiva como local. El equipo celeste, que en su última comparecencia en la isla había caído contra el Almería, perdió por la mínima (0-1) contra la Ponferradina merced a un penalti cometido por Germán pasada la media hora de juego. Los unionistas no cuajaron un buen partido y no inquietaron la meta visitante prácticamente en ningún instante.

Juan Carlos Carcedo realizó tres cambios con respecto a la jornada anterior. Ekain entró por Guerrero en la media punta, mientras que Rubén y Gálvez formaron la dupla de centrales en detrimento de Goldar y Juan Ibiza. El que no entró ni en la convocatoria fue Javi Lara, renqueante por unas molestias físicas que ya le habían apartado de la cita pasada.

El duelo se inició con un cuadro leonés que salió como un tiro en busca del gol. En apenas dos minutos ya fue capaz de provocar dos saques de esquina y buscar puerta en un disparo que desbarató un defensor.

Sin embargo, este demoledor inicio se quedó en un espejismo. Salvo un pase de la muerte de Paris Adot que no encontró rematador a los nueve minutos, pocas aproximaciones de peligro más se vieron en esta primera mitad por parte visitante. De igual forma, a los unionistas les costaba la vida generar aunque fuera cierto runrún en el área rival.

El bagaje ofensivo de la Udé se redujo a un pase lateral de Cifu que nadie llegó a rematar y un tímido cabezazo de Herrera que recogió mansamente el portero. Eso sí, poco antes de esta última acción se había desnivelado la balanza. Naranjo transformó por el centro de la portería un penalti cometido sobre él mismo por Germán.

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Tal y como estaba el encuentro, una jugada a balón parado o aislada parecía ser la única vía para ver portería. El partido estaba resultando algo insípido. Le faltaba algo de chicha, pero lo cierto es que se mantuvo así hasta el término de estos primeros 45 minutos.

Tras el descanso, Agus Medina y Espiau dieron los primeros avisos, pero sin mayores consecuencias. Carcedo veía que su equipo no reaccionaba y fue el primero en mover el banquillo. Ekain y Cifu dejaron su sitio a Castel y Villar.

Desafortunadamente, el guion no cambió lo más mínimo. Es más, la Ponfe tuvo el segundo en las botas de Espiau, que chutó a las nubes tras un buen pase de Ojeda en un contragolpe de libro. Fue la mejor oportunidad de todo el segundo tiempo, en el que prácticamente no ocurrió nada más.

Las posteriores sustituciones no variaron el rumbo de un encuentro totalmente controlado por parte de los leoneses. La Udé en ningún momento halló la forma de dar trabajo al meta Amir, que se convirtió en un mero espectador.

Así, se llegó al final del partido con el 0-1. Se trata de la segunda derrota como local consecutiva de una UD Ibiza que se mantiene en la zona media de la tabla. Por su parte, la Ponferradina se coloca tercera.