Uno de los últimos balones que el CD Ibiza colgó en el área del Tenerife. | Irene Arango

El CD Ibiza cayó el jueves con honor en Can Misses III en la Copa del Rey ante el Tenerife. Los de Vila fueron mejores que los canarios, pero la mala suerte no acompañó ni tampoco las acciones dudosas que cayeron siempre para el lado visitante. Al final, el encuentro se perdió el prórroga. El 1-2 duele, pero no hizo justicia a lo visto sobre el terreno de juego.

El partido comenzó con dominio del Tenerife que quería mostrar quien era el equipo del fútbol profesional, pero se encontró con un Cedé que defendía muy junto y presionaba bien, obligando a los canarios a buscar el juego directo. Además, cuando robaban, los rojillos salían rápido.

El primer susto llegó pasado el minuto 12. En un balón parado, Alberto marcó con un remate de cabeza inapelable, pero el asistente estuvo acertado para señalar fuera de juego. La réplica la puso Marquitos con una falta lejana que no sorprendió a Dani Hernández.

Se salvó un par de minutos más tarde el CD Ibiza tras una pérdida de Akapo. Thierno se precipitó y disparó fácil para Contreras. El error del defensa había sido importante. Poco después, el propio Thierno puso en apuros al portero local con un potente disparo lejano.

La tuvo el CD Ibiza en el 25. En una triple ocasión, Espínola, Marquitos y finalmente Serra pudieron adelantar a los de Vila. El disparo de este último se fue muy cerca del palo.

La ocasión sentó bien a los locales, que acto seguido, nuevamente en las botas de Serra dispusieron de una nueva ocasión, pero su disparo fue bloqueado por un defensa.

Estas acciones nivelaron el encuentro y el choque entró en una fase en la que no pasaban demasiadas cosas. Así fueron cayendo los minutos hasta que llegó el tiempo de descanso. Eso sí, en la última acción de la primera parte Marcos Contreras tuvo que sacar una gran mano a Appeh.

Tras el paso por vestuarios, los dos equipos salieron con fuerzas renovadas y hubo una ocasión para cada uno. Marquitos protagonizó la de los ibicencos con un disparo que se fue desviado.

Golazo

La fiesta la desató Samu Pinto en el 57. En una buena jugada colectiva, el balón le llegó a Marquitos que filtró un gran pase para el 8, que efectuó un magnífico golpeo ante el que no pudo hacer nada un Dani Hernández que se quedó clavado.

La alegría duró muy poco. En el 62, el árbitro señaló penalti sobre Appeh en una acción más que dudosa y que enfadó y mucho al técnico y los jugadores locales. Míchel asumió la responsabilidad y disparó con fuerza y Contreras no pudo evitar el 1-1.

Acto seguido, pudo volver a marca el Cede, pero Simeone estuvo demasiado lento con el balón y Sipic se lanzó al suelo para enviar a córner. En el saque de esquina, un jugador tinerfeño estuvo a punto de marcar en su propia portería.

El partido volvía estar igualado y Contreras daba una vida extra a los suyos con una magnífica parada a Enric Gallego que acababa de entrar y se había encontrado un balón en la frontal del área pequeña.

En la recta final del partido, con dos equipos que jugaban de tú a tú, el viento se hizo cada vez más protagonista. Y así se cumplió el tiempo reglamentario y el partido se marchó a la prórroga.

Crueldad

En un tiempo extra muy igualado, el jarro de agua fría llegó en el 103. En una triple ocasión, tras dos grandes paradas de Contreras, Mollejo mandó el balón al fondo de la red. El gol fue muy protestado por el equipo local que pidió fuera de juego y Raúl Garrido fue expulsado.

En la segunda parte de la prórroga, el CD Ibiza se fue a por el empate y lo tuvo muy cerca. Lo pudo lograr Ramón López que disparó con potencia desde la frontal del área y se encontró con una magnífica intervención.

Los rojillos lo intentaron una y otra vez y cayeron con honor. Incluso reclamaron un penalti por manos que el árbitro no apreció. Akapo tuvo la última y no hubo suerte. La aventura copera del Cedé llegó a su fin.

Declaraciones

Enfadado y «desconcertado». Así salió Raúl Garrido a la rueda de prensa. El técnico no ocultó su enfado con el árbitro: «Lo justo hubiese sido llegar por lo menos a los penaltis, pero no pudo ser. Decisiones un poco extrañas nos han privado de esta oportunidad». Sobre el segundo gol, cuando acabó expulsado, señaló que no sabe si es fuera de juego o no, pero lo que sí tiene «muy claro» es que «el primer gol no es penalti. El jugador se cae solo. Después de nuestro gol ha cambiado todo. Ha empezado a haber decisiones muy extrañas. Estábamos todos muy perplejos porque no entendíamos lo que estaba pasando».

«No puedo creer que haya pitado ese penalti. Es para hacérselo mirar porque juegan con la ilusión de muchas personas», insistió. En cuanto a la labor de su equipo, se mostró contento: «Creo que hemos un gran partido. Por momentos hemos sido superiores a un equipo de Segunda en la parte alta».

Por parte del Tenerife, su entrenador dijo que «fue lo que esperábamos. Este tipo de eliminatorias son muy complicadas porque te encuentras en frente a un equipo con una ilusión tremenda, muy mentalizado, es una oportunidad extraordinaria para ellos y eso hace que tengan mucha energía y mucho empuje. Eso hay que combatirlo y hay que adaptarse. Lo hemos hecho y hemos levantado un partido. Hemos ido a más y hemos resuelto las situaciones al final», resumió Luis Miguel Ramis.

El técnico del Tenerife tuvo buenas palabras para el CD Ibiza, del que dijo que era un equipo muy bien trabajado, y reconoció que se vieron obligados a poner en liza a jugadores a los que tenía pensado dar descanso. Por último, señaló que el aspecto físico les favoreció en la prórroga, pero que aún así les tocó «resolver muchas segundas jugadas en el área, en las que ellos nos han generado alguna dificultad».