La plantilla de la UD Ibiza HC Eivissa hace piña antes del entrenamiento de ayer. | Marcelo Sastre

Hoy, 15 de diciembre, no es un día cualquiera para el deporte ibicenco. Tampoco para el balear. Esta tarde, a partir de las 20.00 horas en el pabellón de Santa Eulària, se disputa el primer partido oficial entre un conjunto de la autonomía y uno de la Liga Asobal, la máxima categoría nacional. La UD Ibiza HC Eivissa recibe la visita del Benidorm con motivo de la segunda ronda de la Copa del Rey, un hito que el club quiere compartir con todos los aficionados al decidir que el acceso al encuentro sea gratuito.

Quién lo iba a decir a comienzos de 2017, cuando el equipo militaba en Primera Nacional masculina y coqueteaba con el descenso. Pero la realidad es la que es y los pupilos de Eugenio Tilves están ahora en la segunda categoría española y tendrán el privilegio de jugar contra un Benidorm que ha escalado posiciones y marcha sexto en la Asobal.

Tras un inicio liguero dubitativo, los alicantinos se han aupado a la zona media de la tabla. Vienen de ganar sus dos últimos partidos contra el Bidasoa Irún (28-27) y el Viveros Herol Balonmano Nava (25-30). Para su octava temporada en la máxima categoría, el Benidorm ha confeccionado un proyecto con el objetivo de acabar, al menos, donde se encuentra ahora. Para ello, dio diez bajas y realizó nueve incorporaciones en verano: el extremo Carrillo, el portero Franzini, los laterales Colo, Calle y Reina, los pivotes Serrano y Borba, y los centrales Ruiz y Valles.

La dificultad es máxima y eso lo sabe Eugenio Tilves, que destacó que esto es «un premio para el balonmano ibicenco y para el balonmano balear en general». «Es la fiesta del balonmano ibicenco. Que la afición y el club lo disfrute. Es el premio al trabajo de estos años tras pasar de estar en ligas baleares a Primera Nacional sufriendo por mantenernos», dijo el técnico del HC Eivissa.

Para el míster, «será muy difícil incluso competir; ya no hablamos de dar la sorpresa, que son palabras mayores». «Vamos a intentar hacer un papel digno, pelear y competir.

Cuando salgamos a la pista, no vamos a regalar nada lógicamente. Intentaremos ponerle las cosas lo más difícil que podamos, pero entendemos que están un escalón por encima», continuó.

El preparador de los celestes aseguró que van a «darlo todo por la afición que venga». Además, destacó que este partido servirá para «seguir promocionando el balonmano en Ibiza, que es nuestro objetivo». Al tratarse de una fiesta, Tilves apuntó que intentará «dar minutos a al gente de casa, que se lo merece porque está trabajando bien».