El CD Ibiza celebra el triunfo en el vestuario. | CD Ibiza

SAN PABLO: 6

CD IBIZA: 8

El CD Ibiza Futsal dio una lección no sólo de fútbol sala, sino de sacrificio, pundonor y orgullo al superar por 6-8 al San Pablo en un derbi al que acudió con solamente seis jugadores de pista y un portero al tener jugadores con COVID-19 y de vacaciones. Los de Can Escandell no aceptaron de buen grado que se aplazara el partido del fin de semana, ya que la normativa indica que debe haber un número mínimo de jugadores afectados para su aplazamiento, y anunciaron que recurrirían. Finalmente, la Federació de Futbol de les Illes Baleares decidió que se disputara el encuentro este miércoles por la noche a pesar de que había algunos jugadores pendientes de los resultados de las PCR.

Esta decisión pilló a contrapié al equipo rojillo, que vio cómo incluso algún jugador ya se había marchado de vacaciones el lunes. Con el fichaje de urgencia de Ernesto Espinosa, exjugador del Gasifred, los pupilos de Dani González afrontaron el duelo más motivados que nunca y se hicieron con la victoria en un partido de poder a poder.

El San Pablo, que actuó de local en es Viver, se adelantó por partida doble en la primera parte con goles de Vicente y Darío. Sin embargo, Jonathan Blanco y Aarón Heredia nivelaron la contienda en sendas ocasiones, llegándose al descanso con empate a dos.
Tras el asueto, un doble de Sebas Moreno y un tanto de Álvaro Guisado distanciaron a los rojillos (2-5). Los de Can Escandell no se vinieron abajo y remontaron con dos dianas de Raúl López y otras tantas de Sergio Flores (6-5) a falta de cuatro minutos para el final.
Dani González apostó entonces por jugador de cinco. La jugada le salió perfecta. Sebas y Blanco volvieron a poner por delante al Cedé a falta de un minuto para el final, ambos goles con el portero-jugador. El San Pablo optó también por jugar de cinco para tratar de evitar la derrota, pero no encontró los mismos frutos que su rival y, en una contra, Aarón marcó el definitivo 6-8.